domingo, 18 de mayo de 2014

Washington dirige al mundo hacia la guerra


Por Paul Craig Roberts

El director de la CIA fue enviado a Kiev para lanzar una represión militar contra los separatistas rusos en las regiones del este y sur de Ucrania, la mayoría de ellas antiguos territorios rusos que fueron tontamente anexados a Ucrania en los primeros años del régimen soviético.

El plan de Washington para tomar el país europeo pasa por alto que las partes rusas y de habla rusa de Ucrania probablemente no accedieran a insertarse en la UE y la OTAN, mientras se persiguiera a los pueblos de habla rusa. Washington ha perdido Crimea, de la cual pretendía expulsar a Rusia de su base naval del Mar Negro. En vez de admitir que su plan para el acaparamiento de Ucrania ha ido mal, la Casa Banca es incapaz de admitir un error y, por lo tanto, está avivando la crisis a niveles más peligrosos.

Si Ucrania se disuelve por la secesión de los antiguos territorios rusos que se revierten a Rusia, Washington se avergonzará de que el resultado de su golpe de Estado en Kiev devolviera las provincias rusas de Ucrania a Moscú. Para evitar esta vergüenza, Washington está acelerando la crisis hacia una guerra.

El director de la CIA instruyó al gobierno títere escogido por Washington en Kiev para que solicitara a Naciones Unidas ayuda para rechazar a los «terroristas» que con la supuesta ayuda de Rusia están supuestamente atacando Ucrania. En el vocabulario de Washington, la autodeterminación es una señal de interferencia de Rusia. Dado que la ONU es, esencialmente, una organización financiada por Washington, este logrará lo que quiere.

El Gobierno ruso ya ha dejado completamente claro, hace unas semanas, que el uso de la violencia contra los manifestantes en el este y el sur de Ucrania lo obligaría a enviar a su Ejército para proteger a los rusos, al igual que tuvo que hacer en Osetia del Sur cuando Washington dio instrucciones a su gobernante títere de Georgia para que atacara a las tropas de paz rusas y los residentes rusos de Osetia del Sur.

Washington sabe que Moscú no puede permanecer al margen, mientras uno de sus Estados marionetas ataca a los rusos. Sin embargo, la Casa Blanca está llevando la crisis a la guerra.

El peligro para Rusia es que se basará en la diplomacia, las organizaciones internacionales, la cooperación internacional, y en el sentido común e interés propio de los políticos alemanes y los de otros Estados europeos títeres de Washington.

Para Rusia esto podría ser un error fatal. No hay buena voluntad en Washington, sólo mendacidad. El retraso de Moscú da tiempo a Washington para desplegar sus fuerzas en las fronteras con Rusia y en el Mar Negro, así como demonizar a Moscú con propaganda, y provocar en la población de los EE.UU. un frenesí de guerra. Esto último ya está ocurriendo.

Kerry ha dejado claro a Lavrov que Washington no está escuchando a Rusia. Además, como Washington paga bien, sus títeres europeos tampoco están escuchando a Moscú. El dinero es más importante para los políticos europeos que la supervivencia de la humanidad.

En mi opinión, Washington no quiere que el tema de Ucrania se determine de manera diplomática y razonable. Podría ser el caso que la mejor jugada de Rusia sea ocupar de inmediato los territorios rusos de Ucrania y reabsorberlos a Rusia, de donde vinieron. Esto debe hacerse antes de que los EE.UU. y sus títeres de la OTAN se preparen para la guerra. Es más difícil para Washington iniciar una guerra cuando ya se han perdido los objetivos de la misma. Rusia va a ser demonizada con la infinita propaganda de Washington, si reabsorbe sus territorios tradicionales. Si Rusia permite que estos territorios sean reprimidos por Washington, el prestigio y autoridad del Gobierno ruso se derrumbarán. Tal vez, eso es con lo que Washington está contando.

Si el Gobierno de Putin se hace a un lado mientras que la Ucrania rusa es reprimida, el prestigio de Putin se desplomará, y Washington acabará con Moscú, poniendo en acción los cientos de ONG que financia y que el Gobierno ruso ha tolerado tan tontamente. Rusia se conduce con la quinta columna de Washington.

En mi opinión, los Gobiernos de Rusia y China han cometido graves errores estratégicos al permanecer en el sistema de pago internacional en dólares estadounidenses. El BRICS y cualquier otro grupo con cerebro deben abandonar inmediatamente el sistema del dólar, que es un mecanismo para el imperialismo de EE.UU. Los países del BRICS deben crear de inmediato su propio sistema de pago por separado y su propio sistema informático de comunicaciones exclusivo.

Rusia y China han cometido estos errores estratégicos tontamente, porque recuperados de los fracasos y la represión del comunismo, ingenuamente asumieron que Washington era puro, que estaba comprometido con su autodescripción propagandística como defensor de la ley, la justicia, la misericordia y los derechos humanos.

De hecho, EE.UU., el «país excepcional e indispensable», se ha comprometido con su hegemonía sobre el mundo. Rusia, China e Irán están en el camino de la hegemonía de Washington y los marca como objetivos para atacar.

El ataque a Rusia es cada vez más inminente.

11 de Mayo de 2014

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