martes, 6 de mayo de 2014

Trío de granujas o el timo de las pensiones


... Felipe González recibe por sus trece años trabajados como funcionario público una pensión vitalicia de casi 80.000 euros al año por su condición de expresidente. Frente a esta situación destaca que los exdiputados y líderes de Izquierda Unida Gerardo Iglesias y Julio Anguita rechazaron sus pensiones vitalicias y retomaron sus antiguos trabajos, minero y profesor respectivamente.

Felipe González cobra además 126.000 euros anuales por su trabajo como asesor de la empresa Gas Natural Fenosa. Ejerce el cargo desde 2012. Casualmente la empresa que cuenta con los servicios del expresidente se vio beneficiada durante 2013 con la concesión del Ministerio de Medio Ambiente para explotar el gas natural que alberga el Parque Nacional de Doñana justo unas semanas después de que Felipe González abandonase su cargo de presidente del Consejo de Participación de Doñana.

José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, al igual que González, también cobran la pensión vitalicia de 80.000 euros. Y también cobran un segundo sueldo millonario. Aznar, en una triple coincidencia con González, también ha sido fichado por una empresa de energía, en este caso Endesa. El popular cobra 100.000 euros anuales. Zapatero cobra otros 72.000 euros por haber entrado a formar parte del Consejo de Estado. Eso sí, el expresidente socialista tiene que trabajar para ganarse ese enorme sueldo, debe acudir una vez al mes a la reunión de ese órgano. En contraposición a esta situación del bipartidismo, todos los diputados de IU rechazaron en 2011 las pensiones vitalicias que les daba el Congreso...

GONZALO SÁNCHEZ

1 comentario:

Loam dijo...

El timo va mucho más allá de este "trío de granujas", que lo son. El timo es de la magnitud misma del Estado, que ya ni tan siquiera es lo que la mayoría piensa que es. El Estado es un apéndice, importante sin duda, de las grandes corporaciones. Es, por decirlo así, la oficina pública del poder privado de esas grandes corporaciones. En realidad, todo eso de las banderas, los himnos, el jefe del Estado y demás símbolos y rituales, incluido el parlamento, forman parte del teatro y de la maquinaria que el poder privado utiliza para dominar y "gestionar" a personas y haciendas. Por consiguiente -que diría el Sr. González-, esas remuneraciones son equiparables a las de cualquier alto ejecutivo de cualquier gran empresa privada o banco. Es la corporación la que manda, pero de ella lo único que "vemos" es precisamente su representación estatal, sus ejecutivos o funcionarios del sector eufemísticamente denominado público. Ejecutivos de "bandera falsa", pues la auténtica no se muestra, no se puede mostrar porque ni siquiera existe. El poder no tiene bandera, pero las utiliza todas.