lunes, 12 de septiembre de 2011

Las protestas antinucleares marcan medio año de crisis en Fukushima

[Ni la radiación en Fukushima está controlada ni el pueblo japonés es tan "dócil" como quieren hacernos creer los medios desinformativos. Éstos prefieren hablar de Chernóbil y de lo mal que lo gestionaron las autoridades soviéticas la crisis (y eso que sellaron el reactor en un tiempo récord) para ocultar lo que está pasando a día de hoy: que en Fukushima tendremos emisiones incontroladas de radiación hasta enero 2012 por lo menos y que el accidente nipón supera ya con creces la gravedad del de Chernóbil.]





Efe | Tokio


Al grito de "Nuclear no", miles de personas han pedido en Tokio al Gobierno nipón el cierre de todos los reactores atómicos de Japón, cuando se cumplen seis meses de lucha para controlar la maltrecha central nuclear de Fukushima.

El tsunami que asoló el noreste nipón el 11 de marzo provocó en esa planta el peor accidente nuclear en 25 años, que obligó a evacuar a más de 80.000 familias y mantiene el 80 por ciento de los reactores del archipiélago paralizados.

"La radiactividad no tiene fronteras", "desde Japón al mundo: ¡Perdón!" o "energía atómica, no gracias" fueron algunos de los eslóganes que se han repetido ante el Ministerio de Industria de la capital, que alberga también la sede de la Agencia para la Seguridad Nuclear de Japón.

En medio de una estrecha vigilancia policial, unas 3.000 personas formaron una cadena humana que ordenadamente rodeó el edificio y que, en un ambiente entre indignado y festivo, pidió con gritos y cánticos llevar a los tribunales a los responsables de la crisis y el cierre definitivo de todas las plantas de Japón.

Los mismos mensajes se repitieron en otras manifestaciones en la capital nipona, como la del barrio de Shinjuku o el popular parque de Yoyogi, donde se celebraron además actos de homenaje a los casi 20.000 muertos y desaparecidos por la catástrofe de marzo.

Seis meses después, más de 3.000 personas trabajan aún en la central de Fukushima para tratar de llevar a parada fría sus reactores, mientras continúa evacuada un área de 20 kilómetros en torno a la central y algunos puntos de zonas más alejadas.

En el resto de la provincia permanece aún el miedo a la radiactividad: aunque siguen en sus casas, un tercio de los ciudadanos de Fukushima desearía irse pero no lo hace por los problemas y costes que acarrearía, según una encuesta conjunta del diario Asahi, la agencia Kyodo y varias televisiones locales.

"Tenemos que encontrar otras fuentes de energía y conseguir que todas las centrales nucleares de Japón se cierren ya, no dentro de 50 años", subrayaba Akira Kosuge, uno de los manifestantes ante la sede de la polémica Agencia de Seguridad Nuclear.

"¿Por qué los japoneses no aprendemos de Chernóbil?", añadió, mientas enseñaba una gran fotografía que mostraba a una madre llorando por su hijo durante aquel desastre.

Desde el principio de la crisis, la eléctrica TEPCO, operadora de Fukushima, subrayó la diferencia con Chernóbil e insistió en que los accidentes ocurrieron de forma distinta y en reactores de tecnología diferente, aunque ambos fueron catalogados en el nivel 7 de máxima gravedad en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

El presidente de TEPCO, Toshio Nishizawa, ha pedido nuevamente disculpas "a los residentes alrededor de la central, a Fukushima y a todo Japón" por el accidente e insistió en que la eléctrica se esfuerza "para que los refugiados puedan regresar a su casa cuanto antes".

Según la televisión pública NHK, en la central se acumulan aún 100.000 toneladas de agua contaminada y el reto es lograr un enfriamiento estable de los reactores, sin que aumente el volumen de líquido, para enero de 2012.

La situación en Fukushima ha provocado el cierre de buena parte de los reactores nucleares de Japón desde el 11 de marzo, bien por seguridad o bien por revisiones rutinarias, sin que por el momento se haya dado luz verde para reactivar ninguno de ellos.

En la actualidad solo once de los 54 reactores del país están en funcionamiento y, de no ponerse en marcha ninguno de los detenidos por inspecciones, para la próxima primavera estarían todos parados.

Sin embargo, y pese a los llamamientos del movimiento antinuclear, esta semana quince de ellos comenzaron a someterse a las pruebas de resistencia requeridas por el Gobierno, por lo que no se descarta su reactivación en los próximos meses.

4 comentarios:

KRATES dijo...

Han pasado 25 años desde el desastre de Chernobil, y la seguridad ante un peligro nuclear, sigue siendo la misma. El mismo proceder inepto de las autoridades, ocultando información. En 1986 se achacó a que la Unión Soviética era un estado totalitario y existía la censura, ¿y este año en el democrático Japón, qué? Lo mismo.

Y sigo diciendo que el tema sigue igual de «oscurantista». Mucho antes, en 1957, sucedió lo mismo con la central nuclear de Windscale (ahora Sellafield), la misma censura y la misma incompetencia de las autoridades británicas, igual que las soviéticas y las niponas.

Nos están demostrando que no saben que hacer ante un desastre nuclear. Con tal peligro, es preferible que todas las plantas de energía nuclear del mundo sean cerradas. No olvidemos que Francia es una potencia nuclear, y la tenemos al lado.

KRATES dijo...

En el librito de Daniel de Roulet Fukushima mon amour, recientemente editado, al final, en el Glosario, nos pone sobre TEPCO:

TEPCO: Tokio Electric Power Company, además de ser la empresa propietaria de la central de Fukushima, es la compañía de electricidad más grande de Japón, y la tercera más grande del mundo tras la francesa EDF, y la alemana E.ON. Después de una investigación revelando las condiciones en las que tienen a los trabajadores, el gobierno japonés se plantea tomar el control de la operadora. TEPCO recibirá reclamaciones incalculables, sin embargo, un convenio internacional limita los daños a cubrir por las nucleares en caso de accidente. Las aseguradoras se niegan a cubrir todos los posibles perjuicios, porque el daño potencial es tan grande que un accidente las haría quebrar.

¡Seguimos estando desprotegidos!

KRATES dijo...

Ya que he mencionado la empresa francesa EDF y al país galo como potencia nuclear que es, resulta que hoy tenemos la noticia de otro accidente nuclear, una explosión, en el sur de Francia. Las autoridades dicen que no hay peligro de fuga, ¡otros igual que los anteriores! Pero como no hay en la planta reactores nucleares... no hay que preocuparse, como parece que da a entender hoy El País:

«El complejo nuclear de Marcoule no es una central nuclear. Por lo tanto, carece de un reactor. Sus dos hornos son de tratamiento de residuos y se encargan de limpiar y descontaminar material, con poca carga radiactiva, procedente de otras plantas nucleares. El horno que ha explotado reciclaba objetos metálicos.»

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/muerto/explosion/complejo/nuclear/Francia/elpepusoc/20110912elpepusoc_5/Tes

Esta gente de este periódico, parece que no se fija en sus archivos, y obtendrían información de otra catástofre nuclear ocurrida en el invierno de 1957-58 al sur de los Urales (en Rusia). Otra explosión nuclear que sucedió en una zona donde se almacenaba residuos radiactivos: el desastre de Kishtim:

«La explosión (...) proyectó los residuos nucleares a la superficie y, transportados por el viento o la nieve, se dispersaron en un radio de decenas de kilómetros.»

http://www.elpais.com/articulo/internacional/ESTADOS_UNIDOS/UNION_SOVIETICA/catastrofe/nuclear/Kishtim/desastre/silenciado/Moscu/minimizado/CIA/elpepiint/19860505elpepiint_9/Tes

No es necesario que falle un reactor nuclear para que el peligro exista.

Sorrow dijo...

Marcoule no era cualquier sitio; reciclaba residuos para producir PLUTONIO porque es una de las plantas nucleares involucradas en la fabricación de bombas atómicas en el país vecino.
No es que lo diga yo que, al fin y al cabo, soy un rojo indecente, lo dice el ABC:

Marcoule, el generador de plutonio