sábado, 18 de agosto de 2012

Banalización de la guerra

Once Premios Nobel de la Paz denuncian un 'reality show' de pruebas que emulan un conflicto armado

El País, 17 AGOSTO 2012

Glorificar la guerra o rendir homenaje al Ejército utilizando los recursos de la televisión? Ese es el debate que ha provocado en Estados Unidos un nuevo reality show, que emite la cadena NBC, y en el que han terciado —criticándolo— nueve Premios Nobel de la Paz, entre los que figuran Rigoberta Menchú, Desmond Tutu, Adolfo Pérez Esquivel y Óscar Arias. Stars earn stripes [Las estrellas ganan galones] reunirá durante varias semanas a ocho concursantes —cinco hombres y tres mujeres, entre los que están la hija del boxeador Muhammad Ali* y el marido de Sarah Palin— para que, con el apoyo de otros tantos marines o miembros de otros cuerpos de las fuerzas armadas, realicen diferentes pruebas a las que se someten las unidades especiales estadounidenses que han de intervenir en un conflicto armado: salir huyendo bajo un alambre de pinos, descender en helicóptero, disparar y accionar explosivos, conseguir esquivar las bombas.

El conductor del programa es Wesley Clark, general retirado y excomandante de la OTAN en Europa, y la competición se plantea como un concurso: los mejores irán ganando dinero y el premio final, de 81.000 euros, se destinará a una ONG.

Hace no mucho salieron a la luz una serie de grabaciones que se realizaron en secreto de las conversaciones que sostenían los prisioneros del Ejercito alemán recluidos en campos británicos y estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. Gracias a ellas se supo que muchos aviadores que participaron en bombardeos indiscriminados sobre la población civil, tras sus recelos iniciales y su miedo y su repugnancia a ejecutar las órdenes recibidas, terminaban por retarse entre sí para ver quién de ellos tenía mayor destreza técnica para aniquilar a un mayor número de enemigos. Un horror más entre tanto horror.

Los defensores del programa dicen que es una manera de mostrar la dureza a la que se ven sometidos quienes se sacrifican —«por todos nosotros» (W. Clark)— en misiones arriesgadas, y hacerlo de una manera interesante y divertida. Los Premios Nobel, entre otros, entienden que desensibiliza a las personas ante la brutalidad de la guerra. Tienen razón. No es un evento deportivo: el sino de la guerra es la destrucción.


* Es sorprendente enterarse que la misma hija de Mohamed Alí (o Casius Clay) participe en semejante espectáculo, cuando su padre se negó a prestar el servicio militar para ir a matar vietnamitas durante la guerra en el Sudeste Asiático.

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