La ultraliberal condesa Esperanza Aguirre acaba de declararse partidaria de "terminar con los subsidios, las subvenciones y las mamandurrias en general". Ahora tiene una excelente ocasión de demostrar su coherencia acompañando los hechos a las palabras. Su hijo Álvaro está contratado a dedo como asesor en el Ministerio de Economía
Esperanza Aguirre, la ultraliberal condesa y ex insumisa del IVA, acaba de declarar que: "Se tienen que terminar los subsidios, las subvenciones y las mamandurrias en general"(1).
Dice el DRAE que mamandurria viene de mamar, y significa: Sueldo que se disfruta sin merecerlo, sinecura, ganga permanente.
Aguirre, singular liberal que ha vivido siempre de un sueldo público, tiene una excelente ocasión de predicar con el ejemplo y poner fin a una de las mamandurrias que alberga en su propia casa. El nombramiento digital —o sea, a dedo— de su hijo Álvaro Ramírez de Haro y Aguirre como asesor del gabinete del Secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz(2).
El menor de los hijos de Esperanza Aguirre, de 32 años de edad, fue contratado en enero de 2012 como cargo de confianza y libre designación para un puesto que habitualmente suele estar destinado a economistas.
Álvaro Ramírez de Haro y Aguirre, conde de Villariezo desde 2006 por cesión de su abuelo, Ignacio Ramírez de Haro y Pérez de Guzmán, es licenciado en derecho y hasta su contratación en Economía, ha trabajado en el bufete de abogados Pérez Llorca de Madrid
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