miércoles, 26 de septiembre de 2012

El máximo responsable del SUP defiende «leña y punto» para los manifestantes del 25-S


 Mientras el Gobierno defiende la «magnífica» actuación de los antidisturbios, IU denuncia que hubo provocadores vinculados a «círculos policiales» para generar violencia


 El máximo responsable del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), José Manuel Sánchez Fornet, incendió anoche Twitter al defender que los antidisturbios repartiesen «leña y punto» contra los manifestantes del 25-S. Esta mañana, el ministro del Interior ha defendido la «magnífica» actuación policial contra la concentración 'Rodea el Congreso'. El Gobierno ha salido en tromba a defender la constitucionalidad de las cargas policiales frente a la «manifiestamente inconstitucional» protesta.

Frente a ello, IU ha calificado de «totalmente desproporcionada» la actitud de la Policía y han anunciado esta mañana su intención de pedir al Gobierno explicaciones. Asimismo han denunciado cómo «determinados hooligans de la política» compararon el 25-S con el 23-F, en referencia a María Dolores de Cospedal, con la única intención de «calentar el ambiente».

Asimismo aseguran que hubo personas, de «círculos policiales», que provocaron la violencia y reclaman una investigación. Por su parte, Alberto Garzón ha denunciado el proceso de «criminalización» de la protesta ciudadana.  «Estamos ante un caso flagrante de coartar los derechos fundamentales», ha resumido.

El PSOE también ve desproporcionada la actuación de los antidisturbios. El secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Eduardo Madina, ha considerado que «al Gobierno el país se le está yendo de las manos y la contención de la manifestación también se le fue de las manos». En términos similares se ha expresado el portavoz socialista de Fomento, Rafael Simancas, quien ha coincidido con Madina en censurar el proceder de los agentes antidisturbios para evitar que avanzara una marcha en la que unos ciudadanos ejercían su derecho a manifestación junto a «unos cuanto radicales».

Sin embargo, Jorge Fernández Díaz cree que la Policía actuó «magníficamente» ante la violencia de algunos manifestantes.«Felicito a la Policía, que actuó extraordinariamente bien y gracias a ella esa intención manifiestamente inconstitucional e ilegal de ocupar el Congreso y coaccionar a los diputados cuando están reunidos en sesión, no se pudo llevar a cabo», ha enfatizado.

«Hubo una perfecta respuesta ante la agresión», ha puntualizado el titular de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. En su opinión, era una convocatoria «manifiestamente ilegal» porque según la Constitución es inviolable y porque el Código Penal tipifica como delito pretender ocupar el Congreso o coaccionar a los diputados cuando están reunidos. «Es evidente que no se podía permitir semejante agresión al orden constitucional y al orden jurídico-penal y la Policía actuó espléndidamente», sostiene.

Anoche, el secretario general del sindicato mayoritario de la Policía, Jose Manuel Sánchez Fornet incendió las redes sociales defendiendo que los policías no fueran identificados con su placa. «Para los de las identificaciones: no las llevan y apoyamos que no las lleven ante organizaciones violentas. Leña y punto», escribió en su cuenta de Twitter en torno a las diez de la noche del martes.

El comentario provocó la reprobación inmediata de los usuarios de esta red social se ratificó en la expresión: «Leña y punto. Esa es la expresión que veo que ha sentado muy mal en quienes ni han leído los tuits anteriores, ni les interesa saber más».

Sánchez Fornet también criticó al Gobierno de Mariano Rajoy por el dispositivo de seguridad. «Que a estas horas haya diputados, representantes que no puedan entrar o salir del Congreso habla del fracaso del Gobierno. Torpes», comentó. Sus críticas también se dirigieron a «los pijoprogres de IU, esos que en ayuntamientos permiten a sus policías locales acosar a jóvenes con perros, cachearlos y multarlos si llevan hatchís han hecho sus pinitos».

1 comentario:

prometeo dijo...

Cuando estos personajes camorristas vean sus sueldos reducidos a la más mínima expresión; cuando vean cómo sus hijos no pueden disfrutar de unos servicios públicos mínimos; cuando empiecen a sentir en sus carnes el drama de la crisis entonces, y sólo entonces, se darán cuenta que es demasiado tarde y que nadie estará allí para defenderles. Ni los amos a quien protegen.