martes, 10 de junio de 2014

Escándalo en Londres por los pinchos anti-indigentes


Políticos y ONG piden la retirada de las púas metálicas instaladas en una calle donde los pisos de una habitación cuestan 600.000 euros


EFE / Londres 10/06/2014

Varios políticos y organizaciones no gubernamentales británicos pidieron este lunes la retirada inmediata de unos pinchos que fueron instalados en la puerta de un bloque de viviendas de Londres para disuadir a indigentes de dormir allí.

El alcalde de la capital británica, Boris Johnson, estuvo entre los que mostraron su horror ante la iniciativa de instalar los pinchos, atribuida a los promotores inmobiliarios del edificio, que calificó en Twitter de «fea, contra sus propios intereses y estúpida».

El secretario de Estado de Vivienda, el también conservador Kris Hopkins, calificó de «deplorable y muy desagradable» la instalación de los pinchos y pidió que se retiren «lo antes posible».

Críticas en las redes

La aparición de esas puntas metálicas de unos cinco centímetros delante del portal del número 118 de la calle Southwark Bridge, en el sur de Londres —donde los pisos de una habitación se venden por medio millón de libras (unos 600.000 euros)—, disparó las críticas en las redes sociales.

Más de 7.000 personas han firmado una petición por Internet para la retirada de las hileras de púas, supuestamente destinadas a evitar que las personas sin hogar pasen la noche.

Jacqui McCluskey, directora de comunicación de Homeless Link, que agrupa a varias organizaciones de ayuda a indigentes, afirmó que la «inhumana» medida «difícilmente ayudará a abordar el problema del creciente número de personas forzadas a dormir en la calle».

Los vecinos han identificado al promotor como Residential Partners Ltd., que de momento no ha hecho declaraciones, mientras que el ayuntamiento del distrito londinense de Southwark ha declarado que investigará cualquier denuncia.

Protestas

Por otra parte, en las redes sociales se ha organizado para este jueves una protesta delante de un céntrico establecimiento de los supermercados Tesco, que al parecer ha instalado en su entrada pinchos similares.

En este caso, un portavoz ha indicado que estos no son para disuadir a indigentes sino para «evitar que la gente despliegue un comportamiento antisocial, como fumar y beber fuera de nuestra tienda, lo que puede intimidar a los clientes».

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