EL BLOG DE YOHANDRI
El corresponsal de la cadena qatarí Al-Yazira protagonizaba hace unos días un espectáculo bochornoso a través de la red social Twitter, al llamar «perros» y «atrasados» a varios periodistas cubanos que habían puesto al descubierto su fraude periodístico. En concreto, denunciaban que la citada cadena había publicado una supuesta «entrevista en exclusiva de Al-Yazira a la bloguera Yoani Sánchez», que en realidad había sido grabada por el esposo de ésta y que —como era de esperar—, obviaba preguntas incómodas sobre temas que son esenciales para comprender al personaje: sus relaciones con el Gobierno de EE UU, demostradas por cables revelados por Wikileaks, las partidas millonarias que recibe del exterior, la entrevista a Barack Obama que se descubrió como falsa, etc.
El canal Al-Yazira es, posiblemente, uno de los mayores engaños políticos de las últimas décadas. Sus coberturas de la invasión de EE UU a Irak le dieron, entre sectores progresistas del mundo, una aureola de voz alternativa en el mundo árabe. Hoy, sin embargo, vemos lo que había detrás de Al-Yazira desde un comienzo: la maquinaria de propaganda de los intereses económicos y geopolíticos de la monarquía de Qatar, aliada de Occidente, para la justificación, ante la población de los países árabes, de la estrategia de intervención y saqueo de los recursos de países como Libia, Siria o Irán.
Ahora parece que Al-Yazira está tratando de extender sus tentáculos a América Latina. De hecho, en la citada autoentrevista a Yoani Sánchez el tema central fue, ni más ni menos, la posibilidad de que se dé una «primavera árabe» en Cuba. Numerosos bloggers, twitters y periodistas de la Isla han firmado una nota de protesta, en la que exigen disculpas públicas a la cadena por los insultos de su corresponsal en La Habana, algo que sería motivo de expulsión en numerosos países. De momento, la empresa calla. Veremos finalmente qué pasa.
El corresponsal de la cadena qatarí Al-Yazira protagonizaba hace unos días un espectáculo bochornoso a través de la red social Twitter, al llamar «perros» y «atrasados» a varios periodistas cubanos que habían puesto al descubierto su fraude periodístico. En concreto, denunciaban que la citada cadena había publicado una supuesta «entrevista en exclusiva de Al-Yazira a la bloguera Yoani Sánchez», que en realidad había sido grabada por el esposo de ésta y que —como era de esperar—, obviaba preguntas incómodas sobre temas que son esenciales para comprender al personaje: sus relaciones con el Gobierno de EE UU, demostradas por cables revelados por Wikileaks, las partidas millonarias que recibe del exterior, la entrevista a Barack Obama que se descubrió como falsa, etc.
El canal Al-Yazira es, posiblemente, uno de los mayores engaños políticos de las últimas décadas. Sus coberturas de la invasión de EE UU a Irak le dieron, entre sectores progresistas del mundo, una aureola de voz alternativa en el mundo árabe. Hoy, sin embargo, vemos lo que había detrás de Al-Yazira desde un comienzo: la maquinaria de propaganda de los intereses económicos y geopolíticos de la monarquía de Qatar, aliada de Occidente, para la justificación, ante la población de los países árabes, de la estrategia de intervención y saqueo de los recursos de países como Libia, Siria o Irán.
Ahora parece que Al-Yazira está tratando de extender sus tentáculos a América Latina. De hecho, en la citada autoentrevista a Yoani Sánchez el tema central fue, ni más ni menos, la posibilidad de que se dé una «primavera árabe» en Cuba. Numerosos bloggers, twitters y periodistas de la Isla han firmado una nota de protesta, en la que exigen disculpas públicas a la cadena por los insultos de su corresponsal en La Habana, algo que sería motivo de expulsión en numerosos países. De momento, la empresa calla. Veremos finalmente qué pasa.
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