Me puse el pseudónimo de KRATES en honor a los filosofos cínicos de la antigüedad grecolatina; como Diógenes ya ha sido muy utilizado, pase a su discípulo Crates. Oriundo de Tebas se le conoció como «el abrepuertas», Diógenes Laercio en su Vida de los Filósofos cuando habla de él dice:
Le llamaban «el abrepuertas» porque entraba en cualquier casa y aconsejaba a sus habitantes.
Entre sus discípulos más conocidos estuvo Zenón de Citio, el creador de la escuela filosófica de los estoicos. Pero sus más fieles seguidores fueron su mujer Hiparquia y su cuñado Metrocles. Cada vez que me acuerdo de Crates, recuerdo este texto de Vida de los Filósofos de Diógenes Laercio (que no tiene nada que ver con Diógenes de Sinope, el cínico, maestro de Crates) cuando habla de Metrocles:
Metrocles de Maronea, hermano de Hiparquia, fue primero alumno de Teofrasto el peripatético, y se hizo tan refinado que, como una vez en medio de un ejercicio de lectura en la escuela se le escapó un pedo, se había encerrado en su casa abatido por la desesperación, con la intención de dejarse morir de desánimo. Al enterarse Crates, llamado para socorrerlo, acudió a su casa, después de hartarse a propósito de lentejas, y trataba de persuadirle con sus razonamientos de que no había hecho nada feo; pues habría sido un milagro impedir la salida de los gases de acuerdo con el proceso natural. Al fin, echándose unos pedos, lo convenció, aportando el consuelo con la similitud de las acciones. Desde entonces siguió sus enseñanzas y se hizo un hombre cabal en filosofía.
Y para acabar, citare del mismo libro la anécdota más conocida de Crates, que sale por la Red:
A Alejandro, que le pregunto si quería que se reconstruyera su patria, le contestó: «¿Qué más da? Probablemente otro Alejandro la arrasará de nuevo.» Decía que tenía como patria el anonimato y la pobreza, inexpugnables a la Fortuna, y que era conciudadano de Diógenes, a quien no pudo atacar la envidia.
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