España podría ser la próxima economía de la zona euro en caer por culpa de la "mala gestión" de la crisis de deuda liderada por Alemania, según afirma 'The New York Times' en un editorial titulado 'Una sobredosis de dolor', en el que reclama un mayor apoyo al crecimiento y menos medidas de austeridad.
En su opinión, la austeridad, la "cura prescrita" por Merkel para todo, no está funcionando en ninguna parte. Así, remarca que, después de semanas de calma engañosa y a pesar de las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE), los países han vuelto a la recesión, el paro está subiendo y las previsiones de déficit están empeorando. "Los mercados de deuda están especialmente nerviosos por España e Italia, dos de las mayores economías de Europa", añade.
En el caso de España, recuerda que está "sacudida" por una tasa de desempleo cercana al 25%, pero cree que podría alcanzar "niveles más altos de miseria" por la austeridad recogida en los presupuestos presentados por el Gobierno español después de que la Unión Europea (UE) rechazara sus peticiones para una mayor flexibilidad fiscal.
El diario considera que los objetivos de déficit del 5,3% para 2012 y del 3% para 2013 son "probablemente inalcanzables", incluso si cumple de forma rigurosa su "duro presupuesto", ya que las previsiones más optimistas esperan que la economía española se contraiga casi un 2% este año.
"Y cuanto más se contraiga el PIB de España, más caerán los ingresos, requiriendo unos mayores recortes presupuestarios. Se trata de un ciclo destructivo siempre a la baja"
'The New York Times' cree que, dado que cada economía europea tiene problemas diferentes, necesitan diferentes remedios. En el caso de España, la deuda del sector público es de las más bajas, pero tiene que reducir la deuda privada lastrada por el estallido de la burbuja inmobiliaria, que hizo además que los bancos recurrieran al apoyo del Gobierno.
LAS "MALAS" MEDIDAS DE RAJOY
En su opinión, al no contar con buenas opciones para lograr reducir el déficit, Rajoy ha propuesto una serie de "malas medidas", como recortar la inversión pública necesaria para mejorar la competitividad, las políticas activas de empleo o la sanidad y la educación. "Estafar a la fuerza de trabajo de mañana para pagar por la burbuja inmobiliaria de ayer no tiene sentido económico", defiende.
En esta línea, considera que estos "dañinos recortes" podrían haberse evitado si Merkel y sus socios hubieran reconocido que restaurar la competitividad del débil Sur de Europa requiere "más inversión en reformas y crecimiento y una focalización menos obsesiva en la aritmética del déficit a corto plazo".
En su opinión, la austeridad, la "cura prescrita" por Merkel para todo, no está funcionando en ninguna parte. Así, remarca que, después de semanas de calma engañosa y a pesar de las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE), los países han vuelto a la recesión, el paro está subiendo y las previsiones de déficit están empeorando. "Los mercados de deuda están especialmente nerviosos por España e Italia, dos de las mayores economías de Europa", añade.
En el caso de España, recuerda que está "sacudida" por una tasa de desempleo cercana al 25%, pero cree que podría alcanzar "niveles más altos de miseria" por la austeridad recogida en los presupuestos presentados por el Gobierno español después de que la Unión Europea (UE) rechazara sus peticiones para una mayor flexibilidad fiscal.
El diario considera que los objetivos de déficit del 5,3% para 2012 y del 3% para 2013 son "probablemente inalcanzables", incluso si cumple de forma rigurosa su "duro presupuesto", ya que las previsiones más optimistas esperan que la economía española se contraiga casi un 2% este año.
"Y cuanto más se contraiga el PIB de España, más caerán los ingresos, requiriendo unos mayores recortes presupuestarios. Se trata de un ciclo destructivo siempre a la baja"
'The New York Times' cree que, dado que cada economía europea tiene problemas diferentes, necesitan diferentes remedios. En el caso de España, la deuda del sector público es de las más bajas, pero tiene que reducir la deuda privada lastrada por el estallido de la burbuja inmobiliaria, que hizo además que los bancos recurrieran al apoyo del Gobierno.
LAS "MALAS" MEDIDAS DE RAJOY
En su opinión, al no contar con buenas opciones para lograr reducir el déficit, Rajoy ha propuesto una serie de "malas medidas", como recortar la inversión pública necesaria para mejorar la competitividad, las políticas activas de empleo o la sanidad y la educación. "Estafar a la fuerza de trabajo de mañana para pagar por la burbuja inmobiliaria de ayer no tiene sentido económico", defiende.
En esta línea, considera que estos "dañinos recortes" podrían haberse evitado si Merkel y sus socios hubieran reconocido que restaurar la competitividad del débil Sur de Europa requiere "más inversión en reformas y crecimiento y una focalización menos obsesiva en la aritmética del déficit a corto plazo".
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