lunes, 9 de abril de 2007

DIOSA

A todas las mujeres.

A la memoria de Raquel Barrasa Villa.

La última, la única poeta en esta ciudad muerta.


En la lóbrega caverna llena de seres grotescos y mezquinos

que reptan, que se arrastran, rencorosos y malditos,

corazones corroídos

bellezas aplastadas

violetas corrompidas salvajemente arrancadas de un jardín muerto,

y en los pasadizos radiactivos y en las sendas putrefactas

laten historias que aún viven

trozos de almas que se resisten……

ahogándose.

Poderosa y orgullosa es una Reina sin esclavos

una Diosa sin esclavos ni siervos, sabia y fuerte

reinando en su propio mundo.

Sí,

a ti te busco

bajo soles de fuego puro y bajo amaneceres violentos,

huye Diosa

a lomos de tu ensueño maldice a la caverna negra

eterna

podrida y sucia,

estréllate con furia contra el agua de unos ojos prohibidos,

pero ten cuidado

a tu alrededor vigila la Caverna

la Bestia dejando un rastro de niños despedazados

de mares vencidos que agonizan vomitando mutaciones,

bestia que avanza excitada deseosa de matar

de humillar tus sueños misteriosos.

Diosa eres

porque un día la Verdad se te despertó brutal

las entrañas de la Tierra te gritaron

tu cuerpo desnudo sintió lo salvaje

lo atávico en los verdes profundos,

en las aguas bravas

el mar fue el símbolo de tus delirios

la ira interna e incesante

la sangrante ternura desatando rabiosas tormentas

la calma acusadora

la furia ilimitada de las olas que se agitan

contra la roca que pretende cortar su avance,

te soñé entre abruptas rocas y cascadas de aguas limpias

poderosa tu libertad sin vértigos

fuerte, eras la Diosa, y quieta

en la cima de la montaña más inexpugnable

desafiabas al viento arrollador que no conseguía arrastrarte.

¿Y ellos?,

los hombres

todos

escarbando entre las repulsivas muchedumbres

arrastrándose viscosos e insoportables

carentes de nobleza han vendido su alma a todas las miserias

y no entienden el poder de tus gestos,

pálidos eunucos todos ellos

todos ellos quemándote en sus necias hogueras.

Ellos no ven con tu cerebro

que les importa a ellos que penetres en los globos de colores

o que tu misma estalles en pestañas que anhelas desplazarse hacía afuera,

esos asesinos siniestros no entraron jamás en un mundo nunca visto,

¿cómo podrías tú pronunciar explosiones visuales?,

O las fantasmagorías sensitivas del viento en las mejillas blancas.

Diosa, ¡cómo asustas!

Con esos ojos que miran muy adentro,

seres que percibo enfermos han querido ponerte la camisa de fuerza

con ella pretendieron anular tus humores internos

tu anhelo de comer rocas

tu revuelta individual,

algunas niñas que seguían viendo el mundo como globos están ya maniatadas

o con los huesos y los dientes rotos,

perseguida por los ingenieros de la superestructura metálica

has explicado tus visiones a gritos

incluso tambaleante de alcohol

pero siempre adoptando la insolencia de una loba que tiene hambre,

has gesticulado a carcajadas

dramatizando ese efecto íntimo que la Luna pone sobre ti,

¿y los hombres?

desplazamientos de amargura viscosa

asfixiando placeres, ¡peleles!

¡Miradla!,

bastaría el expresionismo de sus cejas para destruir vuestra superestructura

todo su rostro os explota como un jeroglífico

cuya solución tiene terribles consecuencias.

Sí, Diosa

te acorralas de extravagancia, pero atacas

te has reventado todas las venas para que tu lengua pronuncie colores calientes

toda tu incomprensión de leyes

tabúes

morales y estupideces, lleva sangre de loca para pintar el mundo

todo tu asco hacia los machos linchadotes lleva sangre de niñas muertas,

están ahí afuera

las ves todos los días a las niñas trepanadas

¡los sientes en ti!, a los maestros y educadores

castradores de la carcajada insolente

todos ellos ridículos de hipocondría conceptual

pálidos repugnantes de aberraciones normativas, ¡sí, Diosa!,

apuntales a todos, ¡a todos!,

con su cabeza y su sentido común, sitúales en tu punto de mira

¡y dispara!

Luego estás tú,

la Diosa crucificada

la Diosa prostituta,

maldigo mi lástima pero sé que de niña escuchabas el secreto de las flores

y no lo soporto......

impactos nauseabundos aplastaron tus labios

estertores lascivos escupen sexo estrangulado,

¡tú!,

belleza espantosa

muéstrame esos ojos

están humedecidos por el rastro viscoso de las serpientes,

yo sé que tu cuerpo cansado no puede

que tus miembros agonizan en los charcos urbanos,

te veo

devorada por los monstruos de la caverna de las pestes.

Sí,

hace mucho tiempo que la Diosa niña danzaba en el columpio

y se reía

y soñaba con besos

y no sabía nada……

fuera de sus ojos silvestres los engendros de la caverna avanzaban

dejando un rastro de flores muertas

de mutaciones cibernéticas y genes torturados

mí Diosa

sólo por ti he de destruir el Mundo.

Diosa escúchame,

entre otras cosas ¡maldita sea!, las polillas

los gusanos

la necrosis publicitaria, en definitiva:

monstruos radiactivos de toda clase y condición están comiéndose a las muchachas

más lindas del lugar

ofreciéndolas caricias de lija, aconsejándolas

entre la espada y la pared.

Estás triste,

Diosa y loba esteparia

la vida parece ser no poder hacer lo que tú quieras

te despellejarían entera sólo por enseñarnos tu pulpa toda negra

pero no puedes

porque, especialmente a ti bella hija de la Tierra

la Ley te hace daño y te silencia,

no eres vista

no eres creída

pero no descansas, estás en guerra

pringándote con sangre desbocada y con ternura

siempre firme y poderosa haciendo frente al horizonte siniestro,

luchas

estás siempre viva

si por casualidad llora tu clan ante un Destino que espanta

tú los calmas y los guías,

eres la llaga y la rasgadura

sin mierda ni bisuterías jugando con las estrellas

cierva

de fuego y de incógnito,

hija de las violetas violentas de Marzo y del viento.

Todo te mira.

Te mira la hembra gacela, que se pasea

por donde dos machos pelean, te mira el jovencito gacela

que es la sabana amarilla pierde las tripas,

te miramos las bestias

pero también te miran las fresas

las sandías y las cerezas, las vírgenes y las grietas

de aquellas casitas viejas de un pueblecito que se ve

desde la ventanilla de un tren.

Eso es la Fuerza.

Diosa

eres la Fuerza originaria y la Matriz del Caos

¡qué ovarios más grandes tienes!

te los veo hasta en los dientes

como dos enormes cojones de toro por dentro del vientre,

dime Diosa

¿acaso eres tú descendiente directa de la cópula primigenia de los espacios?

¿o es que el olor de la personalidad de tus manos

es el de la Hembra primitiva

resoplando enfurecida

lamiendo sus heridas tendida en la maleza?

Diosa, lo repito:


Sólo por ti he de destruir el Mundo.

3 comentarios:

KRATES dijo...

Un poema muy visceral...

Saludos Leonardo, ¡por fin formas parte de este experimento colectivo nuestro! Bienvenido, y para adelante compañero...

Anónimo dijo...

Raquel barrasa villa, era mi compañera de asiento en el colegio...Cuando terminamos, nunca más nos vimos...bueno, creo que una vez ns cruzamos pero sólo nos miramos, y hoy. Jugando con el google , puse su nombre pues la recordé y leo en tus palabras que ella ha muerto....recordé muchas cosas...y aunque no lo creáis, siempre la eché de menos.

LEONARDO dijo...

Anonimo, si de casualidad lees esto te dire que el hecho de haber cruzado tus ojos con los suyos, y haber compartido y disfrutado su noble sonrisa y su LUZ, todo eso ya te ennoblece de por vida. Alegrate pues, ese es su legado.
Y te creo, nadie que haya estado en su presencia puede olvidarla. Su recuerdo es inspiracion permanente para combatir la Mentira y la Mezquindad que nos rodea. Eso es lo que ella queria, ¡luchemos pues! ¡propaguemos su vitalidad y su rebeldia!, asi su corta e intensa vida tendra sentido y sera Eterna.