domingo, 1 de abril de 2007

Hijos de Caín

La Biblia cuenta una historia,
que un dios terrible dictó.
El drama de dos hermanos,
el justo y el traidor.
Abel mezquino y cobarde,
el siervo de su señor.
Caín que no entró en el juego,
y que se rebeló.
Te maldigo truena la voz de su juez.
Padre nuestro que nos privó del Edén.

Caín rompió con un gesto,
su yugo de esclavitud.
Huyó del ojo implacable,
llevó su propia cruz.
Perseguido, por quebrantar una ley,
que no entiende, y que no cuenta con él.

Sufrirás, morirás, esta es su voluntad.
Pero aún hay aquí: ¡Hijos de Caín!

La estirpe del fugitivo,
creció y se multiplicó.
El signo que los margina,
ya nunca se borró.
Te maldigo, claman los hijos de Abel,
a la diestra de su señor el Poder.

Sufrirás, morirás, esta es su voluntad.
Pero aún hay aquí: ¡Hijos de Caín!

Quizá los hombres seamos,
a un tiempo Abel y Caín.
Quizá algún día destruya,
lo oscuro que hay en mí.
El destino no está marcado al nacer.
Yo he elegido ser lo que siempre seré:

¡Hijo de Caín!
¡Hijos de Caín! ¡Hijos de Caín!...


BARÓN ROJO



Este fue un himno para algunos de mi generación...





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