RICARDO FLORES MAGÓN:
EL REBELDE MEXICANO QUE LUCHÓ
POR UNA REVOLUCIÓN MUNDIAL
Por EL AULLIDO
«La rebeldía es la vida,
la sumisión es la muerte.»
(RICARDO FLORES
MAGÓN)
Un tren con una enorme bandera roja entra en la
estación de la capital mexicana, centenares de proletarios esperan a que se
abra el vagón. Un féretro envuelto en rojo y negro es sacado del interior. Todo
el ambiente está plagado de banderas rojas (el color de la Revolución Social),
cogen el ataúd y se lo llevan. Por las calles toda la gente humilde, los hijos
del pueblo, muestran sus respetos. Varias pancartas con los emblemas de los
diferentes sindicatos y organizaciones obreras se ven, también de algunas formaciones
políticas de izquierdas. Cuando llega la corona floral del Gobierno es arrojada
al suelo, alguien canta el himno nacional y es abucheado. El tren ha venido
desde la frontera norte del país, ha recorrido varias ciudades y en todas
partes hubo igual muestra multitudinaria de reverencia popular. El finado lleva
muerto más de cincuenta días, fallecido en una prisión norteamericana en
extrañas circunstancias, y en este mes de noviembre del presente año 2022 se
cumple el centenario de su muerte. Se llamaba RICARDO FLORES MAGÓN y por
defender la justicia social pasó una cuarta parte de su vida tras los barrotes.
Cuando se habla de una revolución como la mexicana,
nos viene a la cabeza las figuras populares de Pancho Villa y Emiliano Zapata
como sus mitos revolucionarios, pero no fueron los únicos. Esta revolución
iniciadora de las que siguieron en el siglo XX, también la primera donde el
papel de las clases populares y sus exigencias se hiciesen valer, aunque
terminasen siendo manoseadas por los intereses del poder resultante. La
Historia, las más veces, la cuentan los vencedores, aun así, de vez en cuando podemos
oír voces que nos cuentan otra realidad, la de los herederos de los «vencidos»,
que nunca fueron acalladas del todo. Una de estas voces es la de este ácrata
latinoamericano desconocido por la gran mayoría y considerado como uno de los
precursores de la Revolución Mexicana. Al igual que su hermano mayor, Jesús,
participó en las protestas estudiantiles de 1892 contra el régimen personalista
del dictador Porfirio Díaz (que llevó «la paz y el progreso» al país a costa de
oprimir a su pueblo), asunto que le llevó a la primera de sus experiencias carcelarias.
Tras salir entró a trabajar en el periódico opositor EL DEMÓCRATA durante el
año siguiente.
El periodo de poco más de tres décadas (1876-1911)
en el que México estuvo bajo la mano dura de Porfirio Díaz se conoce como el «Porfiriato»,
este militar accedió al poder tras un golpe de Estado bajo el lema de «No
Reelección», lema que incumplió constantemente. Tuvo al pueblo mexicano
sometido, cualquier protesta era duramente reprimida. Un pueblo
mayoritariamente campesino, oprimido por una oligarquía de hacendados (cuyas
propiedades crecieron tras el expolio legal de las tierras comunales de pueblos
y comunidades indígenas) que trataba a sus peones y trabajadores en condiciones
de plena semiesclavitud. Y con una camarilla gobernante de tecnócratas, cercanos
al dictador, llamados los «Científicos» (con mentalidad socialdarwinista), que
controlaba las finanzas y las exportaciones en connivencia con inversores
extranjeros. Estando la inmensa mayoría de la población mexicana al margen de
los beneficios de la modernización del país que solo alcanzaba una minoría de
terratenientes, industriales, grandes comerciantes y altos cargos públicos que
vivían en las urbes. Contra este tipo de sistema injusto y cruel se movilizaba toda
oposición política.
Junto a su hermano en 1900 fundó el periódico
REGENERACIÓN, periódico inicialmente crítico con los errores del sistema
judicial y su corrupción evolucionó a atacar directamente al régimen, lo que
les puso en el punto de mira. Paralelo a ello, el liberal Camilo Arriaga (sobrino-nieto
del diputado que presidió la comisión parlamentaria que redactó la Constitución
Mexicana de 1857) invitaba a la reconstrucción del Partido Liberal en un Congreso
en San Luis Potosí para el año siguiente, tras las declaraciones de un obispo
que afirmaba que el país abandonó el laicismo juarista. Los hermanos Flores
Magón asistieron, y Ricardo se dio a conocer con un discurso que iba más allá
de lo esperado, atacó directamente al gobierno del dictador denominándolo
«madriguera de bandidos». Este Congreso dio pie a la formación de una red de
grupos o clubes liberales opositores en diferentes puntos de la República,
sobre los cuales pronto cayó la represión.
REGENERACIÓN es clausurado y los hermanos Flores
Magón son arrestados, al salir de la cárcel Jesús decide abandonar la lucha,
pero es sustituido por el hermano pequeño, Enrique. Los hermanos alquilan otro
periódico EL HIJO DEL AHUIZOTE que también es prohibido, mientras la dictadura
reprime y encarcela constantemente a otros muchos opositores. Ante este
panorama los integrantes del partido deciden exiliarse al vecino del Norte para
seguir su labor propagandística y actividades contra el régimen autoritario en 1903,
y en el año siguiente 1904 les siguen los hermanos Flores Magón. Pero, la
sombra de la dictadura porfirista es alargada y con la complicidad de las
autoridades norteamericanas la persecución continúa. Desde Texas huyen hasta
Canadá, pasando antes por Missouri, para terminar asentándose en California. En
1905 se produce la primera escisión dentro de las filas del formado Partido
Liberal Mexicano (PLM), Camilo Arriaga representa la facción moderada frente a
la radical de Ricardo Flores Magón. Los moderados defienden una lucha
simplemente política apoyando electoralmente a candidatos independientes, los
radicales optan —debido a las circunstancias— por la lucha armada para acabar
con la dictadura. Otro punto en controversia es que los primeros defienden una
ideología meramente liberal: la defensa de las libertades políticas; mientras los
segundos optan por incorporar un discurso socializante que recurra a la defensa
de los derechos del pueblo trabajador, sin igualdad económica y social no puede
haber libertades políticas. Los liberales moderados abandonan y el PLM se
radicaliza, aunque mantiene el nombre, con una ideología más socialista. Y esta
es la línea a seguir desde entonces, también a tener en cuenta, esta
organización más que un partido político termina siendo más un movimiento.
El año 1906 fue importante para la organización, es
el año en el que, tras una
consulta a los integrantes del partido tanto en México como en los Estados
Unidos, sale a la luz su Programa político, redactado por Juan Sarabia y con
aportaciones de Antonio Villarreal, Ricardo y Enrique Flores Magón solo estampan
su firma como Librado Rivera, otro compañero de fatigas afín. Este programa es
defendido durante unos años y resultó ser inspiración de la futura Constitución
Mexicana de 1917, carta magna que fuese una de las más avanzadas del momento.
Dentro se trataba temas tanto de las limitaciones de los gobernantes, como la
asistencia sanitaria y enseñanza básica gratuitas, la igualdad de género, los
derechos de los trabajadores y la reforma agraria, incluso de la abolición del
servicio militar y la prohibición del trabajo infantil. No fue muy del agrado
de los hermanos Flores Magón debido a su excesiva legalidad y moderación —para
ellos se quedaba corto (sin dejar de lado, el nefasto artículo contra la
inmigración china)—, y éstos después de contactar en el exilio con los
sindicalistas revolucionarios de la IWW y anarquistas como Emma Goldman y otros
de origen europeo ya habían asimilado una ideología libertaria, aunque su
estrategia fue seguir denominándose «liberales» aunque ya no lo fuesen.
1906 fue también el año de dos hechos importantes en
el México prerrevolucionario. Empezando con las huelgas de Cananea y Rio
Blanco, duramente reprimidas por el Gobierno; huelgas en que agitadores
vinculados al PLM estaban presentes. Así como del primer intento de sublevación
armada contra la dictadura, fallida por el papel de los espías infiltrados en
el PLM que dieron al traste con tal sublevación popular.
También, en 1908 hubo otro intento de levantamiento
armado revolucionario que igualmente fracasó. Entre estos dos acontecimientos —en
1907— el periódico REGENERACIÓN fue sustituido temporalmente por REVOLUCIÓN.
Una figura digna de recordar, ya que fue uno de los
organizadores del levantamiento de 1908, es la de Práxedis Guerrero. Hijo de
terratenientes, abandona el seno familiar y su vida acomodada para ganarse el
pan con el sudor de su frente como un obrero más (muy al contrario que otro con
el mismo origen privilegiado como Francisco Madero). En los EEUU entra a formar
parte del PLM, y adquiere una gran importancia como militante y activista
mientras Ricardo Flores Magón y sus compañeros están en una de sus varias
estancias en prisión. Guerrero antes que Zapata ya pronunciaba la famosa frase de
«mejor morir de pie que vivir de rodillas». Con el estallido de la Revolución
maderista en 1910, Guerrero entró en México con una partida guerrillera para
combatir por una revolución social, pero cayó prontamente muerto a finales del
año (el misterio de su muerte recuerda a la de Durruti en 1936). Lo triste es
que, muy probablemente, si no hubiese caído la revolución habría ido por otros
derroteros.
El PLM había preparado el camino para que surgiese
la Revolución de Madero en 1910. Madero con su campaña electoral del mismo año
se dio a conocer en todo el país, además de tener el apoyo de las clases medias
y sectores descontentos de la oligarquía, también llegó a las clases populares,
aprovechando la situación de clandestinidad del PLM que quedó relegado a un
segundo plano influyente entre la gente. Con su llamamiento a levantarse contra
el Gobierno de Porfirio Díaz y la promesa de devolver las tierras usurpadas a
los campesinos, en varias zonas cogieron las armas y se sublevaron, lo que dio
pie a la Revolución.
Aunque fracasasen los levantamientos armados de 1906
y 1908 los grupos armados pelemistas se mantuvieron. Las guerrillas pelemistas
—minoritarias, pero activas— se coordinaron con las maderistas contra el
enemigo común gubernamental, aunque guardando las distancias, ya que el
objetivo del PLM era la revolución social, y el de Madero solo un simple cambio
de poder, lo que en varios casos llevó a la confrontación. A pesar de todo, los
argumentos de Flores Magón críticos contra Madero no llegaron a todas partes, y
muchas guerrillas se coordinaban o se pasaban al maderismo creyendo que estaba
todo acordado. Sin el empuje inicial y la experiencia de las guerrillas
pelemistas hubiese sido muy difícil que la revolución se produjese, algo que
fue aprovechado por los maderistas. Aun así, la iniciativa del PLM perdía
terreno ante el maderismo. Recordemos que la represión contra el PLM fue mucho
mayor que contra el maderismo, tanto en México como en los EEUU, por lo que su
influencia se redujo. Se conoce el caso del veterano guerrillero Prisciliano
Silva del PLM que al no reconocer a Madero como presidente provisional fue
hecho arrestar por orden de éste, lo que conllevó duros ataques y la ruptura
definitiva con Ricardo Flores Magón. Madero no era de fiar, y eso se vio
después.
Ante este escenario, el poderoso vecino del norte
estaba a la expectativa (movilizó tropas en la frontera y buques de guerra por
las costas), y cuando vio que el viejo dictador no era capaz de parar la
rebelión y ante el temor a que la Revolución fuese más que política, presionó
para que Díaz abandonase el puesto y entregase el poder a Madero en 1911. (Como
dato anecdótico: cuando Porfirio Díaz se embarcó al exilio con destino a Europa
quiso desembarcar en la costa gallega, lo cual fue impedido por los obreros de
Vigo como muestra de solidaridad internacional con el pueblo revolucionario
mexicano.) Madero entró a formar parte de un Gobierno Provisional compuesto con
elementos del anterior régimen y lo primero que hizo fue desarmar a sus revolucionarios,
gran error del que debió de arrepentirse tarde.
El triunfo de Madero fue consecuencia de la toma de
Ciudad Juárez por los revolucionarios norteños Pascual Orozco y Pancho Villa,
así como en el sur por los asaltos a las haciendas de los campesinos armados
bajo el liderazgo de Emiliano Zapata, que combatían por más causas que la
libertad política, sin ellos no hubiese conseguido nada. Lo que conllevó el
miedo de las élites y forzó a pactar con la dictadura. De ahí que con su
llegada al poder, compartido con los restos del Porfiriato, intentase
desarmarlos. Lo que hizo que los zapatistas aún se mantuviesen en rebelión
hasta que las tierras no fuesen devueltas a los pueblos; mientras los norteños
se sometían a sus órdenes, hasta que Orozco también se levantase en 1912.
En ese año 1911 se produce la segunda escisión
dentro de las filas del PLM, Antonio Villarreal con otros militantes, incluidas
sus dos hermanas, abandonan y se pasan al maderismo (Juan Sarabia cuando sale
de la cárcel también) y rechazan el anarquismo que ya defienden los hermanos
Flores Magón. En ese mismo año sacan un Manifiesto más radical en el que llaman
a la expropiación de las tierras y medios de producción para gestionarlo todo
comunalmente (como venían haciéndolo los pueblos indígenas desde siempre). Con
este Manifiesto de 1911 ponen en entredicho el Programa de 1906 que era más
bien reformista, la lucha no ha de consistir solo en derribar al tirano y
cambiar las leyes, sino en atacar al sistema capitalista que lo sustenta y que
explota a la clase trabajadora. Los escindidos (incluido entre ellos Jesús
Flores Magón, el hermano mayor abogado que abandonase el activismo antaño)
intentan, poco después, convencerlos participando en unas comisiones
negociadoras enviadas por Madero para que abandonen la lucha sin conseguirlo
(Ricardo rechazó, incluso, la oferta de la vicepresidencia en el futuro
gobierno de Madero); lo que provoca el ataque frontal del maderismo a un PLM ya
anarquista.
Una de las actividades guerrilleras de envergadura
que protagonizó el PLM es la campaña en Baja California, a la que se les unieron
muchos anarquistas norteamericanos y militantes del IWW, además de algunos
indígenas, dándolo un carácter más internacional, que es derrotada tras el paso
permitido de tropas federales mexicanas por territorio estadounidense y las
divisiones internas. Este suceso vino acompañado de una ruin y difamadora
propaganda mediática que les denunciaba de querer separar el territorio de
México para entregárselo a los EEUU, que era totalmente falsa. Y, aun así, a
día de hoy siguen muchos creyéndoselo a pies juntillas.
Como dije antes, el pensamiento político-social de
Ricardo Flores Magón evolucionó hacia el anarquismo desde el liberalismo
juarista, un liberalismo republicano y anticlerical. En el exilio
norteamericano entró en contacto con anarquistas de origen europeo y asimiló «la
Idea». Ideario que venía madurando tras las lecturas de libros de Proudhon, Bakunin
y Kropotkin, así como de Marx, de la biblioteca de Camilo Arriaga. Si a esto
añadimos las condiciones penosas de la represión que venía sufriendo desde hace
años y las experiencias de su infancia temprana entre los indios mazatecos, los
cuales practicaban la democracia directa y el apoyo mutuo como parte de sus
usos y costumbres. Un pensamiento libertario que también compartía Ricardo con
su hermano Enrique Flores Magón (con Jesús, no) y Librado Rivera, los tres
firmaron el Programa de 1906 que luego cuestionasen con el Manifiesto de 1911.
Sus críticos les denominaron como «magonistas», término que nunca aprobaron. «No somos 'magonistas' ni seguimos a ninguna
personalidad», «No soy 'magonista',
soy anarquista. Un anarquista no tiene ídolos», frases que dijeron como
rechazo a tal definición que convertía a Ricardo en líder absoluto o caudillo de
un movimiento personalista que no era cierto. Pero, debido a su frecuente uso
desde entonces, voy a utilizarlo también, ya que las lenguas están vivas y, a
lo largo del tiempo, el significado original de las palabras varía y termina
formando parte de nuestro vocabulario. Dentro del magonismo (o 'anarcopelemismo',
como también prefiero definirlo) podemos incluir a Práxedis Guerrero (muerto al
comienzo de la Revolución), como también a Fernando Palomares (activo organizador
en la huelga de Cananea y participe en la campaña de Baja California); añádase a
Antonio de Pío Araujo (que estuvo al cargo de REGENERACIÓN y el PLM durante
varios de los encarcelamientos de sus compañeros) y Anselmo Figueroa (redactor
del periódico), estos dos últimos firmaron también el Manifiesto de 1911. Todos
ellos compañeros de vicisitudes y batallas, entre otros.
También hubo participación femenina en sus filas, el
papel como mensajeras fue vital para el movimiento, debido al machismo de las
autoridades pasaban más desapercibidas. Ellas ponían en contacto a todos los
grupos pelemistas, filtraban con mayor facilidad propaganda e, incluso, armas; un
soporte que fue de gran importancia. Y en la región fronteriza del sur de los
EEUU la publicación de muchos periódicos fue obra de ellas. También recordar que Flores Magón, al igual que
Práxedis Guerrero, se pronunciaron por la igualdad entre hombres y mujeres. Sin
olvidarnos del apoyo moral que le brindó al mismo Ricardo su compañera
sentimental María Brousse, sin el cual le hubiese sido imposible soportar las intermitentes
temporadas de cautiverio.
El lema «Tierra y Libertad» proviene del populismo
ruso decimonónico y que pasó al anarquismo a través de Bakunin, y que el
magonismo adoptó; sin olvidarnos de que la bandera roja del PLM llevaba las
letras escritas en blanco de tal lema. El periódico ácrata barcelonés TIERRA Y
LIBERTAD (años después convertido en órgano de expresión de la FAI) mantuvo
estrechas relaciones con los magonistas. Aunque el lema fuese erróneamente
atribuido al zapatismo, este movimiento revolucionario campesino lo adoptó tras
contactar con ellos, y, además, su Plan de Ayala estaba influenciado por el
discurso expropiador de los medios de producción del PLM. Se sabe que Zapata
invitó a Flores Magón a que editase REGENERACIÓN desde Morelos —territorio
zapatista— lo cual fue rechazado por el carácter internacionalista del
magonismo. Mientras el PLM enarbolaba la bandera roja (y no rojinegra) de la
revolución social, el zapatismo lo hacía con la bandera tricolor nacional, ya
que el sentimiento antiestatal de los unos chocaba con el patriotismo de los
otros. Pero respeto mutuo siempre mantuvieron, a pesar de las diferencias, lo
que conllevó muchas críticas de parte del anarquismo internacional.
Y ya que he comentado a los pueblos indígenas,
merece la pena hacer una mención al pueblo yaqui del sur de Sonora. A este
pueblo le robaron las tierras en nombre del progreso y tuvo que declarar la
guerra al gobierno mexicano. Las represalias fueron durísimas con ellos, a
muchos condenaron a trabajar como esclavos para las haciendas, pero su espíritu
rebelde (bronco) nunca se perdió. Crearon una red clandestina para armarse, red
que también fue usada por el PLM en sus insurrecciones de 1906 y 1908, ya que
también entre ellos entablaron contactos. Incluso los yaquis también adoptaron
el lema magonista aunque modificado, como «Libertad y Tierras». No fueron los
únicos indígenas que colaboraron con el PLM, como ocurrió en Veracruz y Baja
California. Sin olvidarnos del activo magonista Fernando Palomares, que era
indio mayo. También debemos tener en cuenta que quienes más reivindican actualmente
la memoria de Ricardo Flores Magón son los mismos movimientos indígenas de
Oaxaca y de otros estados mexicanos.
Ante la no aplicación de los planes iniciales dentro
del maderismo surgió el descontento, como el de los hermanos Vázquez Gómez.
Estos que habían apoyado a Madero se levantaron contra él al disolverse el
partido que lo llevó a disputar el poder a Porfirio Díaz. Fueron de los
primeros en volverse contra él, sin olvidarnos de los zapatistas que se negaban
a ser desarmados y algunos grupos guerrilleros pelemistas. Madero tras unas
elecciones llegó definitivamente a gobernar. Pero, la principal figura
revolucionaria que surgió en esa primera etapa de la Revolución oficial fue la
de Pascual Orozco. Orozco es quién abrió las puertas de acceso al poder a
Madero, entonces Pancho Villa era un subordinado. Incluso el zapatismo en su
Plan de Ayala lo consideró su Jefe Revolucionario. Orozco también se sublevó
contra Madero a principios de 1912, junto a él se levantaron expelemistas que aunque
enarbolasen la bandera roja —conocidos como «los colorados»—, Flores Magón los
atacó diciendo que eran 'rojos' por fuera y conservadores por dentro, de nada
fiables, ya que Orozco, a pesar de su discurso social y revolucionario, estaba
financiado por la oligarquía porfirista del clan Terrazas-Creel de Chihuahua
(la misma que persiguió con saña al PLM tras los intentos fallidos de revolución
en los años 1906 y 1908). Madero envió al ejército comandado por el general
Victoriano Huerta a combatirlo, y Pancho Villa estuvo como irregular bajo sus
órdenes. Entre Villa y Huerta las relaciones no fueron buenas, Huerta intentó
fusilar a Villa, éste fue encarcelado y logró escapar a los EEUU. Aquí podemos
ver como el proceso revolucionario comenzaba a dar sus giros y diferentes
alianzas.
Durante este breve mandato, después de años de
dictadura, el movimiento obrero volvió a organizarse y a protagonizar alguna
huelga general y en ese año se creó la anarcosindicalista Casa del Obrero
Mundial (COM), que junto a la rebelión orozquista, en el norte, y al no desarme
zapatista, en el sur, fueron verdaderos quebraderos de cabeza del gobierno
maderista. Al que se le unió los intentos golpistas de la reacción.
Como inciso conviene mencionar la figura de Antonio
Díaz Soto y Gama equivocadamente incluido dentro del magonismo. Aunque fuese
compañero de Camilo Arriaga y participase en la formación del PLM, abandonó la
clandestinidad en 1904 tras pactar con el Porfiriato. Volvió a la palestra
política en 1911 tras el triunfo de Madero, dentro de un PLM reorganizado desde
México junto a otros como Antonio Villarreal, Juan Sarabia y Camilo Arriaga y,
a su vez, sacaron otro periódico con el mismo nombre de REGENERACIÓN
(«DEGENERACIÓN» según palabras de Ricardo Flores Magón) en el que también
participaba Jesús Flores Magón. Todos terminaron abandonándolo porque la línea
de la dirección era diferente a la original. Soto y Gama luego pasó a la anarcosindicalista
COM y de ahí a luchar junto los zapatistas. Fue quién dio más peso teórico al
zapatismo. Ya como diputado agrarista quiso engañar a la familia Flores Magón
de que tenía la aprobación del movimiento obrero mexicano para que el
Parlamento se hiciese cargo de las exequias fúnebres de Ricardo en 1922. Y es
uno de los primeros responsables de falsear el papel de Flores Magón como
precursor de la Revolución Mexicana oficial.
El general Huerta enviado a la capital para someter
el levantamiento militar de 1913, hizo todo lo contrario, se sumó a él y depuso
a Madero, al que hizo asesinar, y así acceder al poder. Todo esto con el
beneplácito del embajador de los EEUU. Frente a este golpe de Estado hubo
maderistas que se opusieron, como el gobernador de Coahuila, Venustiano
Carranza, los «sonorenses» y Pancho Villa, que regresó del exilio. Zapata
siguió levantisco y se opuso a este nuevo dictador. Orozco, en cambio, junto a
sus «colorados», se alió con el golpista. Comenzando la segunda etapa de esta
revolución. Carranza, Villa y los «sonorenses» conformaron el Ejército
Constitucionalista que combatió al Ejército Federal de Huerta, igual que al sur
de la capital los zapatistas continuaban la lucha por las tierras. (Por el año
1914 los EEUU ocuparon Veracruz porque vieron que Huerta se arrimaba a la
Alemania del Káiser.) Los restos de las guerrillas pelemistas ingresaron dentro
de las filas de estos ejércitos revolucionarios. Aun así, a pesar de los
encarcelamientos constantes, Flores Magón siguió dando batalla desde
California, hasta hubo un intento de formar otro nuevo movimiento guerrillero
magonista que fue duramente desbaratado por las autoridades norteamericanas y
sus componentes apresados con largas condenas, muy diferente fue el vecino del
Norte con Pancho Villa y su gente al ser más indulgente y permitirles el
suministro de armas y municiones.
Huerta fue derrocado y la división entre los
revolucionarios surgió, por un lado villistas y zapatistas y por el otro, los
carrancistas con el apoyo de los sonorenses. Siendo estos últimos los
vencedores en la guerra civil de 1915. El ejército villista fue derrotado por
el sonorense Álvaro Obregón en las batallas del Bajío, la División del Norte villista
fue considerado el ejército revolucionario más grande que haya habido en la
historia de América Latina, que terminó disolviéndose tras la desastrosa
campaña de Sonora, a finales de ese año. Durante tal campaña Villa vio como los
EEUU reconocía y daba su apoyo a Carranza, lo que provocó su desengaño, ya que
hasta ese momento tuvo el apoyo norteamericano. Pancho Villa hizo como
reprimenda una incursión en territorio estadounidense en 1916 lo que provocó la
reacción imperialista enviando tropas a territorio mexicano para su captura: la
Expedición Punitiva, que resultó ser un fracaso (aquí surgió el falso mito
antiimperialista de Pancho Villa).
Uno de los momentos más inefables de la historia del
movimiento obrero fue la alianza de la COM con el carrancismo para combatir a
los ejércitos campesinos de Villa y Zapata (a la militancia de la COM, debido a
su irreligiosidad, no le hizo mucha gracia ver a los zapatistas desfilar por la
capital con la imagen de la Virgen de Guadalupe), a través de los llamados
«Batallones Rojos». Tras la derrota de éstos, Carranza desarmó tales
batallones, e incluso reprimió con dureza las numerosas huelgas y cerró los
locales, los obreros ya no le hacían falta. Estos hechos, tanto el pacto como
su ruptura consiguiente, fueron denunciados por Ricardo Flores Magón desde
REGENERACIÓN. El posibilismo que inundó tal organización sindical y todo
vínculo con el magonismo fue erradicado dentro de sus filas —a pesar de la
militancia libertaria en su seno— llegando incluso a colaborar con el gobierno
carrancista para neutralizar todo opositor al pacto. Aunque a Ricardo Flores
Magón se le atribuyó formar parte del anarcosindicalismo, nunca consideró que
las reivindicaciones consistentes en aumentar los salarios y reducir las horas,
así como mejorías en las condiciones laborales, fuesen verdaderamente
anticapitalistas; él era de la línea anarco-comunista como Kropotkin y
Malatesta.
En 1915, después de salir de uno de sus tantos
encarcelamientos, Flores Magón y compañeros crearon una comuna de California
para vivir juntos. Se dedicaron a cultivar árboles frutales y criar pollos,
mientras algunos componentes salían fuera a trabajar para llevar ingresos al
fondo común. Fue una breve experiencia hasta que volvió a ser detenido por lo
que escribía contra el Gobierno mexicano. Emma Goldman fue testigo de uno de
sus juicios, vio como cuando llegaba a la sala el juez, nadie se levantaba,
pero cuando entraban los Flores Magón, todo el mundo —la mayoría trabajadores
mexicanos— se levantaba ante ellos como señal de admiración y respeto. En 1918
se produce la ruptura entre los dos hermanos, Ricardo y Enrique, quedándose muy
menguado el PLM y el periódico REGENERACIÓN. En ese mismo año Ricardo Flores
Magón y Librado Rivera firman otro manifiesto dirigido a todos los obreros y
anarquistas del mundo, en el que se condena al capitalismo y a la Gran Guerra
que asolaba Europa, lo que les conllevó la definitiva condena a prisión de
varios años y que puso fin a la vida de Ricardo.
En 1919 Zapata era vilmente asesinado a traición,
Villa se mantenía combatiendo al gobierno carrancista desde la guerrilla (hasta
el abandono de la lucha armada en 1920). Poco antes, en 1917 se redactó la actual
Constitución mexicana, una de las más progresistas de la época, que mantenía en
el poder a las clases medias; las reivindicaciones obreras y campesinas estaban
plasmadas, pero sometidas. En 1920 Carranza es depuesto por los sonorenses, con
apoyo zapatista (lo debió matar alguno de sus más cercanos para salvar el pellejo),
dando origen al caudillismo que gobernó el país durante las dos siguientes
décadas (Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, podemos incluir también a
Lázaro Cárdenas), precedente del monopolio gubernamental priista que duró todo
el siglo XX.
Las duras condiciones de la prisión fueron mermando
la salud de Ricardo Flores Magón. La presión callejera para liberarlo fue nula
en ambos lados de la frontera. Incluso rechazó una pensión que parlamentarios
mexicanos querían darle. Cuando se le obligó a pedir perdón para poder salir,
también se negó, ya que él no había hecho ningún mal y arrepentirse sería dar
la razón a sus opresores. En la madrugada del 21 de noviembre de 1922, apareció
muerto, su causa aún es desconocida, se cree que lo asesinaron, aunque otras
fuentes indican que de un paro cardiaco. Fuese provocada o no su muerte fue
responsabilidad del sistema penitenciario y judicial norteamericano, que le
privó de toda atención médica. Cuando desde el Gobierno mexicano se quisieron
hacer cargo del cadáver, su familia se negó. Fue un sindicato ferroviario quién
se encargó de devolverlo a México y hacer el funeral. Entierro multitudinario.
El capitalismo estadounidense lo quería muerto, por el apoyo popular que aún
arrastraba su persona.
A Flores Magón se le ha considerado el precursor de
la Revolución Mexicana, pero ésta no fue su revolución. La suya era mundial,
internacionalista, y no patriótica («Yo
no creo en el Estado; sostengo la abolición de las fronteras internacionales»),
por eso estuvo en California y no regreso a suelo mexicano en vida. Esperaba
que todos los desposeídos y parias de la Tierra se levantasen, empezando con la
población humilde mexicana. Y en este año 2022 se va a cumplir el Centenario de
su muerte, irónicamente el Gobierno de México ha declarado oficialmente este su
año, cuando Ricardo Flores Magón nunca quiso nada de ningún gobierno ni
parlamento, los detestaba. Por ello se le tilda de sectario e intransigente,
pero era su forma de pensar. El gabinete 'morenista' de AMLO que gobierna en
México lo que está haciendo con ello es injuriar la memoria histórica de
Ricardo Flores Magón, una figura del Pueblo y no de las instituciones y los
políticos que se merece un mayor respeto. Desde aquí lo homenajeamos a nuestra
manera con este número de la revista DC dedicado a su figura y legado.
¡VIVA TIERRA Y LIBERTAD!
DESDE EL CONFINAMIENTO, 69
de AMOR Y RABIA