miércoles, 27 de enero de 2016

Pastor busca borregos



Lo ha vuelto a hacer. Esta vez con Íñigo Errejón. Se veía venir: ya lo hizo con Iglesias y con Carmena. Y antes con Rafael Correa, presidente de la República de Ecuador, pero esa vez acabó escalada porque Correa no se deja avasallar por la prensa pseudoprogre de la que Anita Pástor es uno de los más histriónicos representantes. Puso cara de perro casi durante la toda entrevista (como si en vez de entrevistado Errejón fuera un acusado sometido a un careo judicial), acusaba de manera vehemente y cuando iba a explicarse su víctima, digo, perdón, su entrevistado, no le dejaba hablar o bien le interrumpía cuando ella comprendía que éste estaba apunto de rebatirla; bizqueaba y se retorcía de manera teatral en su asiento para intimidar al diputado de Podemos para, de esta manera, ponerlo nervioso y que éste cayera en contradicciones y entonces poder morderle la yugular... Ella a menudo rechaza las críticas (que en general no digiere demasiado bien... a ella le gusta criticar pero no ser criticada) a su labor diciendo que «da caña a todo el mundo». Pero qué truco tan viejo. Hasta la prensa más derechista usa esa estrategia: la de atacar a todo el mundo pero con contundencia muy pero que muy dispar. Metafóricamente hablando si a sus amiguetes del PSOE la Pastor les da un cachetito en el moflete a Errejón, Iglesias y Carmena les acribilla con fuego de mortero. Con lo cual eso de que da caña a todo el mundo se convierte en una verdad a medias. Y además hay que recordar que la labor de un periodista es informar para ayudar al público a formarse una opinión no acosar verbalmente a quien no es de tu cuerda.

Y luego está su manía de usar la hemeroteca. Es en entonces cuando se autoproclama jueza suprema y situándose más allá del bien y del mal se dedica a airear contradicciones de sus entrevistados, especialmente cuando éstos son críticos con el sistema. Y es verdad que Iglesias, Carmena o Errejón se han contradicho pero también es cierto que si tiráramos de verdad de hemeroteca (pero de verdad, no de manera selectiva) los principales perjudicados serían los medios y sus vedettes como la señora Pastor. Ya que tanto le gusta a Anita hablar de Irán y su régimen para enmerdar a Podemos podríamos tirar de hemeroteca para ver cómo la Pastor y los medios en los que ha estado (entre ellos la todopoderosa CNN yankee) han sido siempre serviles con el inquilino de la Casa Blanca, el mismo que hoy pacta con el régimen de los ayatolas. Y ¿dónde está la crítica de la señora Pastor y su medio a Barak Obama? En ninguna parte. Maldita hemeroteca. Y luego se rasga las vestiduras por los atentados islamistas en Occidente pero resulta que ella al igual que el grueso de los «críticos» periodistas occidentales aplaudieron las «Primaveras Árabes» (etiqueta ésta, por cierto, que fue una creación de nuestros mass media) que han tenido como resultado precisamente la toma del poder por parte de estos fanáticos, amén de la destrucción de Libia y el ataque terrorista a Siria que ya dura 5 años. Señora Pastor: a ver si alguien se digna a tirar de hemeroteca para ver su ínclita trayectoria al servicio del poder financiero, del militarismo y del imperialismo.

No me extenderé más. Solo quiero poner de relevancia un vez más la engañifa que supone considerar a los medios un ente opuesto al poder, engañifa que encarna Anita Pastor a las mil maravillas con esas ínfulas de periodista «díscola» que se otorga. Cuánta impostura. No hay más que rastrear la red para darse cuenta de que la immensa mayoría de los medios digitales exaltan el buen papel de periodista «de raza» que jugó esta individua en la entrevista a Errejón. Es curioso que hasta medios de extrema derecha defienden la labor de esta periodista «de izquierdas» cuando hace entrevistas-interrogatorios como el ya mencionado. Cómo se cubren la espaldas los periodistas los unos a los otros por encima de diferencias ideológicas. Esto si que es casta de la fina. Hay algún medio que incluso tiene la desfachatez de titular una noticia «El 'zasca' de Pastor a sus críticos». El mundo al revés. El verdadero zasca se lo ha dado el pueblo llano a la señora plumífera en las redes sociales donde ha tenido que leer de todo. La Pastor busca un público de mansos borregos pero resulta que vivimos tiempos en los que el pueblo ya no quiere ser rebaño y ha empezado a saltarse el redil.

sábado, 23 de enero de 2016

El colectivo de militares republicanos homenajea al ex teniente Segura

 

Varias asociaciones civiles y militares, con miembros de la Unión Militar Democrática al frente, se han sumado a este nuevo reconocimiento al ex militar, que denunció corrupción en las Fuerzas Armadas, siendo silenciado por el Ejército y castigado con meses de arresto y su expulsión del cuerpo

PÚBLICO

El ex oficial del Ejército de Tierra Luis Gonzalo Segura sigue recibiendo reconocimientos a su labor, incluso meses después de haber sido expulsado de las Fuerzas Armadas. El colectivo de militares republicanos Anemoi ha homenajeado este sábado al oficial por su «compromiso y valentía» al saber ser «un hombre de su tiempo», un tiempo en el que «ya solo cabe más democracia y sociedad ética y justa, sin tronos, sin imposiciones, sin oropeles y sin corrupción. Y, sobre todo, sin impunidad».

Al acto organizado por este colectivo de militares republicanos han asistido antiguos miembros de la Unión Militar Democrática (UMD), entre los que se encontraba su fundador, el coronel retirado Luis Otero. Otras asociaciones e instituciones civiles y militares, como el Foro Milicia y Democracia, el Ateneo de Madrid, la Fundación Internacional de Derechos Humanos, el Foro Social Segovia, descendientes de soldados republicanos exiliados o referentes entre los alertadores contra la corrupción como Ana Garrido también han querido estar presentes.

Segura, una vez teniente del servicio de Información del Ejército, decidió atacar la corrupción de la que había sido testigo en la institución. Tras comprobar que sus mandos hicieron caso omiso a sus partes elevados por cauce interno hizo uso de la vía judicial. Los tribunales militares desestimaron sus denuncias «sin atender a sus pruebas o realizar ninguna investigación o auditoria», acusó Segura.

El ex militar comenzó entonces una cruzada para lograr que sus denuncias no cayeran en olvido. Dos libros, una huelga de hambre y decenas de entrevistas y colaboraciones en medios de comunicación —como en este medio, donde cuenta con un blog personal— le valieron meses de arrestos y, finalmente, la separación del servicio. «Es el mundo al revés, donde los corruptos están arriba y se les premia, y se castiga, como se ha castigado a Luis, a las personas honestas», ha denunciado Enriqueta de la Cruz, escritora y periodista encargada de ofrecer el discurso de homenaje a Segura.

«Comportamientos como el tuyo dignifican la palabra patria», ha dicho al ex teniente el representante del Ateneo de Madrid. «Necesitamos un Ejército democrático para defender la democracia. Muchos han sido los que han luchado en silencio para que así sea», ha manifestado por su parte un miembro del Foro Social, haciendo referencia a los miembros de la UMD. «¿Dónde están el reconocimiento público que merecen?», se preguntaba.

Segura, que continúa con el proceso judicial tras solicitar la reapertura de su caso al Tribunal Central militar, ha querido agradecer el apoyo recibido, valorándolo «después de tanta lucha, de que te saboteen, de que te silencien tanto». A la vez ha agradecido la presencia de los miembros de la UMD encabezados por el coronel Otero y ha dicho sentirse inspirado por su valentía en un tiempo donde «no te encerraban en un centro disciplinario, sino que directamente te podían pegar un tiro».

Otero, de 83 años y condecorado con la Orden del Mérito Militar, Cruz al mérito militar con distintivo blanco en 2010, ha declarado sentirse «honrado al ver que sobrevive el espíritu de lo que quisimos hacer, gracias también al Foro Milicia y Democracia», donde han confluido muchos de los antiguos miembros de la UMD y del que Otero fue presidente. Hoy es su presidente honorario, y sigue recordando su principio fundamental: «Las Fuerzas Armadas tienen que ser ejemplo de democracia, y defenderla por encima de todo».

martes, 19 de enero de 2016

Otro espectro recorre el mundo


Las teorías racistas y sexistas son la otra cara del neoliberalismo, sostienen los autores

FERNANDO ÁLVAREZ-URÍA, PILAR SOTO y JULIA VARELA *

A comienzos de los años sesenta, el presidente estadounidense John F. Kennedy iniciaba, con las leyes sobre las zonas de desarrollo urbano y sobre la formación de la mano de obra, la llamada guerra contra la pobreza, una gran ofensiva política progresista que marcó profundamente las políticas sociales norteamericanas por espacio de dos décadas.

La cuestión racial estaba y sigue estando en el centro de la cuestión social, pues no en vano en el movimiento por los derechos cívicos militaban los negros emigrados al norte que presionaban sobre el Estado federal conscientes de que les estaban vedados los mecanismos políticos locales en el sur. Su fuerza se puso de manifiesto en la gran manifestación de San Luis de 1960 y, al año siguiente, en la de Nueva York.

Sin duda en las grandes batallas contra la pobreza promovidas desde el Gobierno federal norteamericano se produjeron errores de planificación y recortes presupuestarios —provocados entre otras causas por la guerra del Vietnam—, pero, pese a todas las observaciones críticas que se pueden hacer a estas políticas, es preciso aceptar que el balance resulta más bien positivo, pues millones de ciudadanos se vieron favorecidos por las ayudas y acabaron por mejorar sus propias condiciones de vida.

Se produjo además una reducción de las desigualdades entre las clases y, por tanto, una mayor integración social de la sociedad norteamericana: la tasa de pobreza pasó en las estadísticas oficiales del 22,2% en 1960 al 12,1% en 1969. En fin, la lucha contra la discriminación social suscitó diversas investigaciones e informes elaborados por equipos universitarios sobre el fracaso escolar, sobre los estilos de vida de las familias negras marginadas, y asimismo otros que sirvieron de base a debates suscitados especialmente por los defensores de una más profunda democratización real.

Cuando se sucedían los movimientos estudiantiles y las manifestaciones contra la guerra de Vietnam, cuando irrumpían con fuerza en la escena social norteamericana los movimientos contra la discriminación racial, un reducido grupo de psicólogos de ideología manifiestamente conservadora lanzó su gran ofensiva sirviéndose del cociente intelectual (CI). Los más conocidos y a la vez más beligerantes de estos psicólogos fueron Richard Herrnstein y Arthur Jensen. La principal innovación que Jensen y Herrnstein introducían no era el retorno al organicismo —en último término a la eugenesia—, ni tampoco la de observar diferencias muy significativas en la media de inteligencia entre blancos y negros (una diferencia de 15 puntos), sino considerar el cociente intelectual como el principal factor del status ocupacional.

Si la inteligencia se hereda, la criba de las capacidades individuales mediante la educación y la ocupación no hace sino corroborar socialmente lo que el patrimonio genético de origen diferencia desde el nacimiento.

Así pues, la suerte está echada: la dialéctica entre ricos y pobres encubre en realidad una división insuperable entre listos y tontos por naturaleza. Ante la inmovilidad intergeneracional de nada valen los esfuerzos de las políticas sociales más generosas, pues las diferencias de clase se volatilizan y pasan a ser sustituidas por diferencias individuales inamovibles, diferencias grabadas a fuego en los hematíes, en los leucocitos, en los más minúsculos pliegues de los genes.

Se explica así que Jensen arremetiese contra las políticas que pretendían neutralizar las elevadas tasas de fracaso escolar entre los niños negros norteamericanos mediante programas de educación compensatoria.

La reacción no se hizo esperar. Los trabajos de Leon Kamin, Jerome S. Kagan, Stephen J. Gould, S. Bowles y H. Gintis, R. C. Lewontin, N. Chomsky, M. Tort, entre otros, proporcionaron entonces una réplica contundente. William Ryan, en su libro ya clásico titulado Acusando a la víctima, subrayaba el extremo peligro de las explicaciones científicas de corte genético de la desigualdad social, y ponía de manifiesto cómo la recepción del test de inteligencia de Binet para diagnosticar la debilidad mental sirvió de punta de lanza de un movimiento eugénico —en el que participaron psicólogos tales como Lewis Terman, Robert Yerkes y Henry Goddard— destinado a resolver el problema de la inmigración mediante la detección de las razas genéticamente inferiores susceptibles de degradar y contaminar la blanca estirpe de los pioneros puritanos.

Terman y sus estudiantes, que investigaron la inteligencia genética de los italianos inmigrantes y de sus hijos, aseguraban solemnemente que la media del CI era de 84, un punto menos que la media que había sido establecida por Jensen para los negros.

Así pues, los abanderados del nuevo racismo científico que hoy reclaman para sus trabajos la discreción de los laboratorios universitarios irrumpieron en el campo social para proporcionar respuestas reaccionarias a problemas de gobierno. Fue así como los tests psicométricos se convirtieron en una industria floreciente.

E. Sutherland llegó a contabilizar entre 1910 y 1928 hasta 350 estudios destinados a mostrar rasgos específicos de personalidad destinados a las técnicas de detección de poblaciones delincuentes.

Los nuevos lombrosianos, buscadores de atavismos en las almas, se afanaban en el estudio de poblaciones reclusas, avalando con sus códigos pretendidamente científicos la definición oficial y normativa de los delitos. Pero ignoraban que los más grandes y peligrosos delincuentes, los delincuentes de cuello blanco, no van casi nunca a las cárceles, y en ocasiones son incluso quienes las construyen.

Sutherland concluía con ironía que en este sentido los tests psicométricos proporcionan más luz sobre la inteligencia de los psicólogos que los inventan y aplican que sobre la inteligencia de los delincuentes.

Ha sido preciso esperar al triunfo de la denominada revolución neoconservadora de los años ochenta para que los tasadores de almas volviesen de nuevo a la carga. The Bell Curve, el libro publicado por Charles Murray en colaboración con Richard J. Herrnstein, se ha convertido de esa manera en la nueva biblia del perfecto idiota racista.

En esta ocasión, un sociólogo y un psicólogo positivistas, ciegos ante los complejos vínculos que religan los sujetos a la sociedad, se hermanan para legitimar la dualización galopante promovida por las políticas neoliberales en Estados Unidos, unas políticas que, inspiradas en el objetivo del gasto social cero, han puesto en manos de un 20% de población predominantemente blanca la mitad de la riqueza del país.

En la actualidad sabemos —G. Canguilhem lo ha demostrado con claridad— que el modelo de la selección natural de Darwin y Wallace, que subyace a las teorías sobre los caracteres innatos o adquiridos en los que se fundan las diferencias individuales, ha sido retornado en realidad de las teorías sobre la población de Th. R. Malthus. Así pues, en la base del darwinismo biológico subyace un modelo sociopolítico que a su vez sirve de base al darwinismo social, a la selección natural que los nuevos inquisidores del CI tienden a legitimar con sus teorías pretendidamente científicas.

Empeñados en promover una sociedad de individuos en la que las clases sociales se han volatilizado, obsesionados en naturalizar un orden sociopolítico marcado por las desigualdades, vertidos a reducir la compleja subjetividad a cifras numéricas que se avienen muy bien con la mercantilización de la sociedad, estos nuevos inquisidores de la mente humana han hecho una vez más acto de presencia en nuestra sociedad.

Sus escritos, tal como se puede comprobar fácilmente a través de textos como los profesores Quintana y Colom, no se caracterizan precisamente por la originalidad ni por la objetividad, pero ello no debe inducir a la pasividad, pues una sociedad que se proclama democrática no puede renunciar de ningún modo a los principios constitucionales de la igualdad.

Un nuevo espectro recorre el mundo de este fin de siglo golpeado por la epidemia neoliberal: el espectro de la precarización del trabajo y de la condena de las poblaciones a la pobreza. El racismo y el sexismo que se promueven impunemente desde las universidades públicas, y desde libros de texto carentes de rigor científico, son en realidad la otra cara de las prácticas neoliberales, la mejor apología del retorno a las sociedades de castas. Aceptar, ignorar o guardar silencio sobre la legitimidad científica que estos psicólogos y educadores proporcionan a estas políticas equivale de hecho a renunciar a hacer efectivo el ideal de humanidad, un ideal conquistado con el esfuerzo, el trabajo y la vida de muchas generaciones, que ahora nosotros, en la Universidad y fuera de ella, estamos obligados a preservar.

El País
29 noviembre 1997


 * Fernando Alvarez-Uría es profesor titular de Sociología. Pilar Soto y Julia Varela son profesoras de Psicología. Firmaban este texto, otros 38 profesores y estudiantes del Foro Universitario de Izquierda.

domingo, 17 de enero de 2016

La 'cocaína del mar' acaba con los últimos ejemplares de vaquita

Existen menos de cien ejemplares de vaquita
(
Phocoena sinus) en el mundo / NOAA

La totoaba, un pez endémico del Golfo de California en peligro de extinción, se ha convertido en la 'cocaína del mar'. Su pesca es ilegal y en el mercado chino se pagan unos 2.200 euros por cada 100 gramos de su vejiga natatoria, valorada por sus supuestos beneficios medicinales, no probados. Pero, además, las redes de captura de totoaba están destruyendo a la vaquita marina, un cetáceo del que quedan menos de 100 ejemplares en el mundo.

14 enero 2016

Un nuevo informe de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA, por sus siglas en inglés) llama a una acción de urgencia contra el comercio ilegal de pez totoaba (Totoaba macdonaldi), en peligro de extinción, y que se captura de forma ilegal para satisfacer la demanda del mercado chino. Su precio alcanza en este país los 16.000 yuanes por cada 100 gramos de su vejiga natatoria, por lo que las han apodado como la 'cocaína del mar'.

Por los ejemplares más grandes pueden pagarse hasta 40.000 euros por dicha vejiga, al atribuirle propiedades medicinales que la ciencia no ha probado. Como daño colateral, la vaquita marina (Phocoena sinus), un cetáceo que está en peligro crítico de extinción —quedan menos de 100 ejemplares en el mundo (97)—, está siendo capturada por las mismas redes.

«Las totoabas son capturadas ilegalmente en grandes redes de malla que se establecen durante la noche y se dejan durante varios días. Debido a que las vaquitas son de un tamaño similar a la totoaba, quedan atrapadas accidentalmente en estas redes», explica a SINC Clare Perry, directora de la campaña de océanos de la EIA.

La última estimación de expertos del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) es que se ha producido un descenso del 42% en la población de estos cetáceos entre 2013 y 2014. «No existen datos sobre la población de totoaba», añade Perry.

Sólo quedan unos 97 (o menos) ejemplares
de cochito o vaquita marina en el mundo,
uno de nuestros cetáceos más pequeños.

Propiedades medicinales no probadas

Debido a que las vaquitas son de un tamaño similar a la totoaba, quedan atrapadas en las redes de captura

En la cultura china, la vejiga natatoria de este pescado es muy valorada en Hong Kong y el sur de China por sus supuestos beneficios medicinales como tónico, es decir, para prevenir enfermedades, y para ayuda a mejorar la circulación sanguínea y la tez de la piel. Estas propiedades no han sido probadas en ningún caso por estudios científicos.

En la ciudad china de Guangzhou, la EIA encontró que la vejiga de totoaba se vendía abiertamente en seis de las doce tiendas encuestadas en mayo de 2015. En general, los comerciantes estaban al tanto que dicha venta era ilegal y sabían que el pescado solo se encuentra en México. Además, afirmaron conocer la existencia de contrabando entre Hong Kong y China continental.

Los comerciantes de Hong Kong se manifestaron más vigilados y solo dos tiendas exhibían estos restos de totoaba, pero los precios eran más altos.

EIA también ha identificado numerosas plataformas on line para su comercio. Detectaron páginas de Facebook que conectan a comerciantes y compradores de este pescado entre México, EEUU y Asia.

«La vaquita y la totoaba están plenamente protegidas por la legislación nacional y la internacional a través del Apéndice I de la Convención Internacional sobre Comercio de Especies en Peligro de Extinción (CITES), pero esas garantías no valen nada sin la intervención urgente en el terreno para hacerlas cumplir» concluye Perry.

Vejigas natatorias de totoaba en el mercado
de Guangzhou (China) / EIA

viernes, 15 de enero de 2016

Manuela Carmena acumula pruebas para anular la privatización de la limpieza en Madrid


El Ayuntamiento considera que los contratos firmados por Ana Botella con las contratistas se hicieron para ahorrar a base de «recortes» sin «atender a las necesidades de limpieza». Analizan que la falta de plantilla obligatoria, la falta de medios para evaluar la calidad del servicio y el desequilibrio entre barrios derivan en que la ciudad esté sucia. «La prioridad es que haya mas recursos, sobre todo humanos», explican en el Área de Medio Ambiente.

14 enero 2016

El propio Ayuntamiento lo admite: «Sabemos que Madrid está sucio», ha expresado este jueves la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés. El Gobierno local de Manuela Carmena (Ahora Madrid) asegura que ha detectado una serie de «negligencias» en los contratos de limpieza de la ciudad que hacen muy complicado que la urbe se adecente. Está acumulando argumentos contra la privatización llevada a cabo por el equipo de Ana Botella (PP). Regresa la idea de que los contratos se resuelvan y se remunicipalice el servicio.

Lo que viene a decir ahora es que la adjudicación se pensó para ahorrar dinero a base de recortes «sin atender a las necesidades de la limpieza». El compromiso firmado por la ciudad es abonar unos 240 millones al año a cuatro contratistas hasta 2021 (Ferrovial, Sacyr y OHL y Obrascón). La base de todo está en el esquema de pago y exigencias a las empresas adjudicatarias: los contratos no incluían un número de operarios. El 80% del precio que paga la ciudad es fija. El resto es variable en v irtud de los famosos «68 indicadores» de calidad. La lógica aplicada era que para cobrar ese dinero, las contratistas se esforzarían por sacar buena nota y llevarse la cantidad máxima.

Sin embargo, la realidad ha quebrado ese principio. El Ayuntamiento explica que para controlar exhaustivamente la batería de indicadores sería preciso doblar la plantilla de inspectores municipales. «Es imposible», cuentan, por las restricciones en la contratación pública que llegan desde el Ministerio de Hacienda. De los 155 actuales habría que sobrepasar los 300. Así que esa fórmula para incentivar la calidad se queda coja. El área de Medio Ambiente calcula que los descuentos por falta de limpieza a las empresas han llegado a los 15 millones de euros hasta ahora.

Diferencias entre barrios

La empresas no estaban, pues, obligadas a una plantilla mínima. Y la inspección de su trabajo no alcanzaba para evaluar al completo el estado de Madrid. El Ayuntamiento se queja ahora de que, además, al dibujar el servicio de limpieza, el actual régimen asigna recursos económicos de manera muy desigual según los zonas de la capital. El más dotado, por características especiales, es el que comprende los barrios céntricos: 73,99 euros por persona. Le sigue el lote de los barrios de Salamanca, Arganzuela, Retiro... con 52 euros. Los lotes menos dotados incluyen las zonas sureñas de Vallecas, Moratalaz, Carabanchel, Usera o Villaverde con entre 36 y 39 euros por habitante y año. El mismo esquema se repite en cuanto a la valoración de los metros por limpiar.

El dinero que Madrid dedica a la limpieza de sus calles ha ido cayendo sostenidamente desde 2009. En 2011 eran 206 millones, en 2015: 153. Sabanés considera que «lo prioritario es recuperar recursos, sobre todo humanos, para cubrir las necesidades de limpieza de la ciudad». Las empresas ya han reconocido que el «servicio es malo». Pero también han insistido en que «son contratos deficitarios» y el Ayuntamiento «lo sabe».

domingo, 3 de enero de 2016

Un historia poco conocida: Peter Norman


Cuando los negros eran tratados como mierda en EEUU, dos velocistas americanos levantaron el puño en el podio de los Juegos Olimpicos de México 1968 reivindicando los derechos humanos de los negros en su país.

Fueron expulsados inmediatamente, su carrera deportiva terminó, recibieron amenazas de muerte y terminaron uno de lavacoches en Texas y el otro de estibador en el puerto de Nueva York. Fue gracias a gente valiente como ellos que la segregación racial en EEUU retrocedió un poco.

Pero la historia del blanco de la foto es menos conocida y es digna de una película. Es australiano, se llamaba Peter Norman y fue medalla de plata en esa carrera. Yo pensaba que estaba ajeno a la movida que se montó detrás de él pero no es asi.

Los dos americanos le explicaron lo que iban a hacer y que le parecía. Norman contestó: «Creo que todo hombre tiene derecho a beber la misma agua. Creo en lo que creen ustedes». Y a continuación señaló el distintivo de la lucha de los negros (la pegatina redonda blanca que se ve en la foto) y preguntó si tenían uno para él. De esa forma mostró su solidaridad con la lucha de los negros.

Las consecuencias para el australiano fueron terribles.

Fue condenado al ostracismo. No sólo se le hizo difícil seguir corriendo; tampoco conseguía quién le diera trabajo. Repetidas veces lo invitaron a pedir perdón por el episodio de México, pero él se negó, y siguió entrenando por las suyas y logrando tiempos superiores a sus rivales. En los cuatro años siguientes batió trece veces la marca de calificación en los 200 metros para ir a las Olimpíadas de Munich en 1972, pero no lo convocaron al equipo nacional y, por primera vez en la historia de los Juegos, Australia no tuvo sprinter en las finales de 100 y 200 metros. Norman intentó dedicarse al fútbol australiano profesional pero una lesión en el tendón de Aquiles lo puso al borde de perder la pierna por gangrena. Se hizo adicto a los calmantes que le recetaban, luego alcohólico, luego se recuperó y empezó a militar en el sindicalismo y trabajar en una carnicería. Usaba su medalla olímpica para trabar la puerta de su departamento.

Cuando se anunció que Australia organizaría los Juegos en el 2000, se ilusionó con que lo incluyeran en los festejos. Los organizadores de Sydney invitaron a todos los medallistas olímpicos australianos a desfilar el día de la inauguración, pero a Norman no sólo lo excluyeron del desfile: ni siquiera le mandaron entradas para ir al estadio. Era el mejor velocista de la historia australiana pero no existía. Incluso en la estatua que se había erigido en el campus de San José, California, conmemorando aquel podio de México 68, el segundo lugar estaba vacío.

Cuando murió en el 2006, los dos ex velocistas americanos viajaron hasta Melbourne y llevaron su feretro. La banda que acompañaba el cortejo tocaba «Carros de fuego».


viernes, 1 de enero de 2016

Afectos sorprendentes

 

Hay historias que impresionan.

En Saint-Pierre de Bailleul, en el departamento francés de Eure, una gama vivió durante meses con una manada de vacas. Huía cada vez que se acercaba un hombre, pero más tarde volvía con la manada, donde fuera que ésta se encontrara. En una reserva de Kenia, una leona adoptó sucesivamente a varios jóvenes órices de El Cabo (antilopes). Lo que demuestra que en cualquier comportamiento, a priori predeterminado, siempre puede quedar algo de libertad.

Plutarco explica la siguiente anécdota:

«Un tigre, a quien se le había ofrecido una cabra joven, ayunó durante dos días sin querer tocarla; al tercer día, con un hambre devoradora, pidió su comida con tal violencia que destrozó la jaula en la que estaba encerrado, no quería atacar a la cabritilla de ningún modo.»

A finales del siglo XVIII, la casa de fieras de Schönbrunn, en Austria, se enorgullecía de poseer un tigre macho de Bengala. Unos visitantes franceses narran, en su informe del Museo de 1806, la siguiente historia:

«Habitualmente, el tigre es alimentado con carne de la carnicería, pero desde que se le declaró una enfermedad (una especie de oftalmía), se le proporcionan jóvenes animales vivos cuya sangre caliente ayuda a su curación. Hace algunas semanas, se le echó a un perro joven [...] Recuperado del primer susto, el perro se acerca y empieza a lamerle los ojos; el tigre se alivia tanto que, olvidando su pasión por la matanza, no sólo perdonó la vida al animal, sino que además le manifestó incluso su reconocimiento con caricias [...]; desde ese momento, los dos animales viven en la más perfecta intimidad, antes de tocar la comida, el tigre espera siempre que su compañero se sacie con los mejores bocados.»

Karine Lou Matignon.
Emociones animales, 2005.