sábado, 3 de mayo de 2014

Kiev y sus patrocinadores de Occidente provocan el derramamiento de sangre

 

Kiev y sus patrocinadores occidentales provocan el derramamiento de sangre en Ucrania y tienen responsabilidad directa en ello, declaró hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

«Kiev y sus patrocinadores occidentales provocan de facto el derramamiento de sangre y tienen responsabilidad directa en ello. Deben comprender que son ellos sobre los que recae la responsabilidad», sentenció Peskov.

En particular, acusó a Kiev de los disturbios de ayer en Odesa en los que murieron, según el balance oficial, 42 [46] personas.

«Las autoridades de Kiev no sólo son responsables de este crimen sino son cómplices directos de estas acciones criminales, tienen ya de hecho las manos ensangrentadas», insistió.

Subrayó que los que califican de legítimo el actual régimen ucraniano también se están convirtiendo en cómplices de Kiev, y tildó de «gran cinismo» las justificaciones de la operación punitiva en el sureste de Ucrania.

«De esta forma, Occidente justifica los asesinatos y la tragedia que estamos viendo», acotó.

A partir de ahora, ni Rusia ni cualquier otro país serán capaces de influir en los habitantes del sureste ucraniano que ven amenazadas sus vidas, advirtió el portavoz de la presidencia rusa.

«Rusia y los demás países han perdido su influencia en estas personas, pues será imposible hacer que se desarmen ante la amenaza directa para sus vidas, las amenazas por parte de los radicales, los ultranacionalistas y las fuerzas armadas que cumpliendo con órdenes criminales asesinan a su población», enfatizó.

 
Y como siempre, nuestra prensa siendo tan «objetiva».

2 comentarios:

KRATES dijo...

«Los grupos de extrema derecha fueron la fuerza de choque del movimiento popular civil que arrancó en el Maidán de Kíev con apoyo occidental. Esos grupos formaron el grueso de la fuerza paramilitar que primero complicó e impidió que la protesta fuera disuelta por los antidisturbios y luego hizo posible el cambio de régimen auspiciado por Estados Unidos y la UE, derrocando a un presidente electo, corrupto y desprestigiado, y colocando en su lugar a otro gobierno oligárquico, prooccidental y con gran influencia de la extrema derecha. Por lo menos una quincena del centenar de muertos registrados en Kiev en enero y febrero fueron policías, algunos de ellos a manos de elementos armados de extrema derecha.

»El nacionalismo de extrema derecha de esos grupos con una considerable tradición y base social en Ucrania Occidental, en la región de Galitzia, pero muy rechazados en el resto del país siempre fue, históricamente, apoyado por Occidente. Desde los años veinte las organizaciones de choque del nacionalismo ucraniano en Galitzia (la UVO fundada en 1920, la OUN en 1929) estuvieron a sueldo del Abwehr, el espionaje militar alemán, que las orientaba al principio contra Polonia y luego contra la URSS, según su conveniencia. La historia del nacionalismo ucraniano en Galitzia es compleja en sus circunstancias, pero su colaboracionismo con los nazis es un hecho, pese a que en algún momento también lucharon contra ellos (además de contra la Armia Krajowa polaca y, sobre todo, contra el NKVD de Stalin y el Ejército soviético). Concluida la guerra, el Ejército Insurgente Ucraniano de Stefan Bandera (UPA, fundado en 1943 durante la ocupación nazi), se convirtió en un instrumento de la CIA que estuvo armando y lanzando paracaidistas sobre Ucrania en acciones de sabotaje hasta bien entrados los años cincuenta. El cuartel general del UPA estuvo en Munich, donde en 1959 el KGB logró asesinar a Bandera… En términos generales podemos decir que hoy esa tradición continúa: Dos meses antes del inicio del Maidán, Polonia formó a un grupo de 86 activistas del grupo neonazi “Pravy Sektor”, camuflados como estudiantes, en una instalación policial, según reveló recientemente la revista polaca Nie. El National Endowment for Democracy (NED), en la órbita de la CIA, ha financiado estos últimos años 65 proyectos en Ucrania. La propia señora Nuland explicó a principios de año que Estados Unidos se había gastado 5000 millones de dólares para promocionar el cambio de régimen en Kiev. Alemania invitó en febrero a la plana mayor de la oposición polaca a la Conferencia de Seguridad de Munich, el cónclave atlantista en el que sus ministros anunciaron una política exterior más activa con un intervencionismo militar exterior sin complejos… Es mucho lo que no sabemos, incluido en materia de los francotiradores que el 20 de febrero, víspera del cambio de régimen, masacraron a policías y manifestantes en Kiev, pero la tendencia general de la actuación occidental y del apoyo a esos elementos ha sido clara.»

[continúa…]

KRATES dijo...

[… y sigue]

«Lo que estamos viendo estos días es un verdadero espectáculo: aquellos ministros y primeros ministros de Polonia, Estados Unidos, Alemania y los países bálticos que en 47 ocasiones hicieron acto de presencia en el Maidán animando a los rebeldes contra un gobierno electo (“el mundo libre está con ustedes”, resumió el senador McCain) y condenando la violencia de los antidisturbios, son los mismos que aplauden ahora la “operación antiterrorista” contra los que no aceptan al nuevo gobierno atlantista y se rebelan o protestan en el Este y Sur de Ucrania. El gobierno anterior fue criticado y amenazado por usar la fuerza antidisturbios, pero estos están usando al ejército. El mismo viernes 2 de mayo en que en Odesa morían abrasadas y asfixiadas más de 40 personas, incluidas mujeres y un diputado, en el incendio de un edificio a manos de los partidarios del gobierno de Kíev, Obama y Merkel amenazaban a Putin con más sanciones sin decir nada al respecto, mientras los medios de comunicación occidentales miraban hacia otro lado, sin evocar apenas el suceso o informando de que el edificio (en el que se habían refugiado activistas de la oposición después de que su cercano campamento hubiera sido arrasado) “se incendió”. Estoy convencido de que ambos bandos (en marzo conocí personalmente a sus actores en las calles de Odesa) son por igual capaces de tal barbaridad. Aquí no se trata de hacer juicios morales contra uno u otro bando, sino del derecho a una información decente. Creo que a partir de ahora este tipo de indecencias va a ser crónica en nuestros medios de comunicación…»

RAFAEL POCH

http://blogs.lavanguardia.com/berlin/la-guerra-en-ucrania-es-la-ultima-aportacion-del-imperio-del-caos-a-la-crisis-82418