lunes, 27 de octubre de 2008

Propaganda atea

Por las calles de Londres, en estas fechas, se están paseando autobuses con un tipo de publicidad curiosa... La traducción de los carteles quiere decir:

«Probablemente Dios no existe. Deja ya de preocuparte y disfruta de la vida.»

La campaña está organizada por la Asociación Humanista Británica, y con la colaboración del biólogo Richard Dawkins.

Y en palabras del mismo Dawkins: «Esta campaña para colocar eslóganes alternativos en los buses de Londres hará pensar a la gente. Y pensar es el anatema de la religión.»

7 comentarios:

Radowitzky dijo...

Y dale, dios sí existe

KRATES dijo...

¡Vete a defecar al campo!

Manfred Falcon dijo...

dios no existe, tu y yo si, pero donde putas esta el que tanto aseguras que conoces, el que cree es ciego, la fe sorda, yo tengo beneficio de duda

Radowitzky dijo...

Hola Manfred, bienvenido

Bueno, como se supone que tu comentario es una respuesta al mío, te diré que yo también soy ateo y que, si das al enlace que aparece con el título "Dios sí existe", verás que estaba de broma... refiriéndome a cierto escritor español con un ego exagerado. De ahí el comentario de la "existencia de Dios".

Un saludo.

KRATES dijo...

Es lo que aquí consideramos, la inexistencia de una divinidad sobrenatural o de un dios o varios dioses. Lo del compañero Radowitzky es una «coña» suya, nada más. Manfred Hernandez F. te has lanzado sin mirar, embistiendo como un toro bravo, y casi te estrellas.

¡Salud y tranquilo!

Sorrow dijo...

Queridos compañeros: al hilo de la polémica (a)teológica en el transporte público, os llamo la atención sobre la falta de marca acentual en el "si" del eslogan de los carteles que llevan los autobuses de Madrid por mor de ese pastor (beeee) evangélico de marras...

http://www.elpais.com/fotografia/autobus/muestra/Madrid/anuncio/contratado/evangelistas/elpdiasoc/20090108elpepisoc_2/Ies/

En realidad se trata de una condición abierta: "Dios si existe..." "...es bizco" concluiría yo, como rezaba aquella pegatina que ideó algún ateo graciosillo en la que aparecía la
divinidad representada con el
típico triángulo que encerraba en su interior un ojo, sólo que en
este caso... estrábico.

KRATES dijo...

«Si existe... es gilipollas. Y más los que creen en él.» O peor.