viernes, 6 de julio de 2007

Cuando el verdugo chilla por sus derechos

Artículo de Julio Reyero, publicado en el número 228 (julio de 2007) de Tierra y Libertad. En parte muy relacionado con las dos entradas anteriores de este blog, Iberoamérica: cierres de emisoras, intolerables ataques a la libertad de expresión y Combatiendo al izquierdismo en lo libertario.


Cuando el verdugo chilla por sus derechos
Sobre el cierre del canal venezolano RCTV


El pasado mes de mayo los medios de comunicación de este país, campeones de la información veraz, relataban lo que según ellos era un nuevo atentado contra la libertad de expresión por parte de la autoridad venezolana. Se cerraba la RCTV (Radio Caracas Televisión) al no aceptarse la solicitud de renovación de su licencia a lo que pretendían dar una continuidad de otros 20 años. Uno tras otro los medios de aparentes signos contrarios hablaban de esta cadena como un refugio contra los excesos de Chávez, el único oasis de la oposición a la hora de expresarse. A continuación emitieron las imágenes de lo que decían era una concentración de todos los trabajadores de la cadena en las que se veían unas 100 personas (la cadena tenía cerca de 3.000 así que fácilmente se puede suponer que eran los directivos y jefecillos varios). En ese momento una mujer enarbolando un micrófono decía algo así como: "Ayúdanos Jesús (no sé si se refería a Polanco), para que no cierren RCTV, tú que nos diste Venezuela como la Tierra Prometida". Lo siguiente que aclaraba quién es el altavoz de los gritos eran las imágenes de manifestaciones presididas por vírgenes cristianas, que siempre han sido un buen estandarte de combate.

Pero, ¿qué ha molestado a la autoridad venezolana para no renovar la licencia de RTCV? Pues casi nada. Únicamente el pequeño detalle de que en el año 2002 aplaudieron hasta ponérseles las manos rojas el golpe de Estado de Pedro Carmona Estanca (rodeado de ultraderechistas neonazis y católicos ultramontanos), a la sazón miembro del Opus Dei y presidente de Fedecámaras, principal organización patronal de Venezuela. A continuación, cuando el golpe fracasa y detienen al "santo varón", se dedican a emitir la película infantil "El libro de la selva" en lugar de dar la información a sus telespectadores.

También es necesario recordar que en los momentos iniciales en los que parece que el golpe ha triunfado, el gobierno español de Jose María Aznar reconoce a Pedro Carmona como presidente legítimo y hasta el PSOE y toda su clientela aplauden el espectáculo. Junto a EE UU sólo hubo otro Estado en darse la misma prisa en el reconocimiento: el Vaticano.

Con estos antecedentes, sería lógico preguntarse cuánto hubiese durado en España Tele 5, por poner un ejemplo, si en caso de haber estado emitiendo en el año 81, hubiese apoyado de manera entusiasta el golpe de Tejero y luego se hubiese negado a dar la noticia de su salida del Congreso de los Diputados con las esposas puestas. Pero, ¿acaso desconocen nuestros medios el caso reciente de Egin y Egunkaria? ¿Nadie ha reparado en el cierre de un canal de la comunidad china en Madrid para regalar su frecuencia al 2º canal de propaganda del gobierno regional de Esperanza Aguirre? ¿Alguien sabe qué pasó con la infinidad de radios libres que había hace 10 años por toda España? Puestos a pensar bien, da toda la sensación de una brutal amnesia cuando se exhorta desde EE UU y la Unión Europea al gobierno venezolano a rectificar en nombre de la libertad de expresión. Otra curiosidad: en el caso de la Unión Europea se acogen a una resolución de su parlamento votada por 65 de los 784 diputados (43 votos a favor y 22 en contra). Algo muy democrático y que también debería hacernos reflexionar sobre el absentismo laboral de los 719 diputados que viven parasitándonos.

Para ir concluyendo, todo lo anterior debería hacernos reflexionar sobre la necesidad de romper con el discurso bipolar que se empeñan en hacernos repetir desde muchos frentes: en este caso "o con Chávez y contra sus enemigos o contra Chávez y con sus enemigos". El movimiento libertario debe gritar alto y claro la premisa de que "el enemigo de mi enemigo NO es mi amigo".

Los compañeros anarquistas venezolanos han dejado claro en artículos anteriores que la "Revolución Bolivariana" que se aplaude desde la pseudoizquierda jesuítica deja mucho que desear. Hay que hacer también memoria y recordar los encuentros "fraternales" entre Chávez y las momias papales pasada y presente, así como los acuerdos económicos de compra-venta de armas y petróleo con el "revolucionario" gobierno español.

Tampoco hemos dejado ni dejaremos nunca de denunciar los intentos de control social de todos los gobiernos a través del uso de su fuerza contra las voces disidentes y sus medios de expresión. Si la influencia del anarquismo en ese país latinoamericano fuese notable no dudamos que se actuaría contra nosotros de la misma manera.

Aun así, también es necesario un análisis del conjunto de fuerzas que pugnan por el poder en un determinado lugar y no sólo dirigirnos contra quien ocupa la silla en ese momento. Curiosamente no se actúa igual en nuestro país, en el que parece que el grueso de la crítica sigue estando centrada en el partido de la oposición, el PP, a quien se acusa de fascistas sin caer en la cuenta de que gran parte del partido en el gobierno (PSOE) tiene igualmente guardada la camisa azul en el armario. Eso cuando no se comportan como tales a la vista de la actuación de Joan Saura (IU) al frente de la Consejería de Interior de la Generalitat de Catalunya: violencia policial indiscriminada contra todo tipo de ocupación (desalojos exprés), torturas en comisaría (no sólo en Les Corts), resolución de conflictos mediante la utilización de la pistola reglamentaria (muerto en Malgrat de Mar a tiros), o lanzándolo desde el coche (muerto en Badalona después de una paliza y golpes al ser arrojado del coche policial), adquisición de pistolas de electrocución (Taser), etc. Y esto es fácilmente extrapolable a Madrid (los inmigrantes de Lavapiés denuncian robos por parte de la policía en sus hogares entrando impunemente a hacer registros sin orden judicial) y al resto de centros de detención del Estado.

En este caso Venezuela puede servir de ejemplo para quien desde la crítica anarquista al poder se pueda dejar entusiasmar por el canto de sirena de nuestro medios de propaganda institucionales (TV, radio y prensa de diversos colores). Estas empresas de comunicación cacarean por la libertad de expresión y los derechos humanos como propaganda previa al apoyo de nuevos golpes de Estado, curiosamente, en lo que antaño fueron colonias de nuestras "civilizadas" élites (el caso de Cuba es otro ejemplo).

La lucha por una verdadera revolución social en Venezuela, en España y en todo el planeta no nos debe hacer derramar una sola lágrima por aquellos liberticidas que hoy vergonzosamente claman por sus privilegios disfrazándolos de derechos.

Julio Reyero

1 comentario:

Lilith dijo...

Cuánta razón hay en este artículo.
Las opciones no son simplemente estar a favor o en contra de algo, como ocurre con Hugo Chávez, sino distinguir qué hay de positivo en un régimen determinado y qué de negativo.

Y por supuesto, los que alguien que juega tan sucio en la política internacional (EE.UU.)considera enemigos, no tienen por qué ser los "buenos" (Irán, Venezuela, Corea del Norte).

Se trata de analizar la situación concreta de cada país, entender en la medida de lo posible qué hay detrás de cada acción, cuánto de verdad y de mentira existe en las informaciones que nos llegan a través de los medios de comunicación y cada uno hacerse una pequeñita idea de lo que ocurre en el mundo, pero cuesta tanto trabajo no dejarse arrastrar por las etiquetas que se ponen.

Hay tanto