jueves, 12 de julio de 2007

AQUELLA LIBERTAD o Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos.

(Me ha llamado la atención este texto que he encontrado en la Red. Me hace pensar en el mundo tan ordenado y complicado que estamos creando, pero a la vez tan peligroso, sobre todo para los niños. LILITH)

(PARA MAYORES DE 30 AÑOS)
Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad y sin air-bag.
No tuvimos puertas, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños, y andábamos en bicicleta sin casco, eso sin contar con que hacíamos auto-stop.
Pasábamos horas construyendo nuestros carros de rodamientos para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de los frenos. Después de chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.
Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos. No había móviles. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Eran accidentes. Nadie a quién culpar, sólo a nosotros mismos.
Tuvimos peleas y nos esmorramos unos a otros y aprendimos a superarlo.
Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos botellas de refrescos y nadie murió por ello.
No tuvimos Playstations, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de televisión, películas en vídeo, sonido surround, móviles, computadores ni Internet.
Nosotros tuvimos amigos. Quedábamos con ellos y salíamos. Íbamos en bici o andando hasta su casa y llamábamos a la puerta. ¡Imagínense!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel!¡Sin ningún responsable! ¿Como lo conseguimos?
Hicimos juegos con palos y balones de fútbol improvisados.
Bebíamos agua directamente del grifo, sin embotellar.
En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos. Los que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción.
Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron curso. ¡Que horror, no inventaban exámenes extra!
Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. No había nadie para resolver eso.
Nuestra generación produjo algunos de los mejores innovadores, creadores de soluciones e inventores. Los últimos 50 años han sido una explosión de innovaciones y de nuevas ideas. Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello. Tú eres uno de ellos. ¡Enhorabuena!
Pasa esto a otros que tuvieron la suerte de crecer como niños, antes de que los abogados y los gobiernos regulasen nuestras vidas, para nuestro propio bien.

1 comentario:

Radowitzky dijo...

Qué jóvenes éramos, aquellos maravillosos viajes de 800 kilometros parando lo justo para hacer pis. Eso de ir al campo con los amigos a pegar patadas a un balón y arreglar nuestras diferencias haciendo uso de las piedras del lugar. Qué tiempos aquellos.