sábado, 11 de enero de 2014

'Cat Sense' o por qué tus gatos consideran que eres un felino gigante


El biólogo inglés Bradshaw publicó su más reciente libro donde devela el comportamiento de los gatos domésticos, para que tú puedas mejorar tu relación con ellos, si es que eres amante de los felinos.


El biólogo John Bradshaw señala en su más reciente publicación Cat Sense, que los gatos perciben a los humanos como gatos «enormes, pero no hostiles».

El doctor inglés se ha dedicado al estudio del comportamiento de los animales domésticos a lo largo de 30 años, revelando porque los gatos actuan de la forma en que lo hacen cuando los humanos se encuentran alrededor.

En primer lugar porque los gatos no fueron criados para desempeñar una función específica como los perros, sino para «lucir bonitos». En segundo lugar porque fueron de los últimos animales en ser domesticados, mientras los perros habían sido criados para la cacería o ayudar en las labores domésticas.

Según el libro de Bradshaw, el 85 por ciento de la hibridación de los gatos se llevó a cabo con felinos salvajes, por ello los gatos han permanecido hasta cierto punto «salvajes», lo que genera que la interacciones con sus dueños estén menos dirigidas por el comportamiento aprendido y más por el instinto.

Por ejemplo, cuando un gato frota su cuerpo contra tu cuerpo o la superficie de una cama, su comportamiento indica una remembranza de cuando era cachorro y estimulaba el vientre de su madre para que la leche siguiera fluyendo. Cuando un gato se frota contra tu pierna o tu mano, está demostrandote afecto, porque te trata como un igual, como otro gato.

De la misma manera, cuando un gato deja ratas muertas alrededor de la casa no significa que esté alimentado a sus dueños, más bien el gato busca un territorio seguro donde pueda comer sus presas.

Así que la mejor manera de tratar a un gato es entendiendo el sentido que tiene su comportamiento, en lugar de llamarlo «bebé», porque él cree que eres un agradable compañero con el que comparte la casa, pero que por extrañas razones es mucho más grande que él.

4 comentarios:

Loam dijo...

Desde pequeño aprendí a ladrar, a maullar, a piar... y en fin, a procurar entenderme con los animales en su propio "lenguaje". Yo vivo con muchos gatos, sé cómo he de emitir un "miau" para decirles que vengan sin ello suponga una orden, sino una invitación a "departir" y compartir. Y ellos vienen, más o menos raudos, según sus ganas. Con los perros me sucede lo mismo, hay un montón de aullidos, ladridos y matizados sonidos para expresar todo cuanto es necesario: alegría, dolor, tristeza, rabia, hambre, súplica, enfado...
Quienes no aman a los animales es porque no los conocen, porque no han hablado con ellos... en su lengua.

KRATES dijo...

Ellos nos entienden mejor que nosotros a ellos, y nunca nos maltratan. Tengo una gata y la paz que da (a pesar de algunas travesuras) es indescriptible...

http://losdeabajoalaizquierda.blogspot.com.es/2011/09/eres-el-mejor.html

vivatarkovsky dijo...

No existe, verdaderamente, una sola cualidad del gato que el humano no debiera tratar de emular para mejorar.
VAN VECHTEN.
Yo creo que pueden caminar sobre las nubes.
Salud

KRATES dijo...

«Es bueno tener un montón de gatos alrededor. Si uno se siente mal, mira a los gatos y se siente mejor, porque ellos saben que las cosas son como son. No hay por qué entusiasmarse y ellos lo saben. Por eso son salvadores. Cuantos más gatos uno tenga, más tiempo vivirá. Si tienes cien gatos, vivirás diez veces más que si tienes diez. Algún día esto será descubierto: la gente tendrá mil gatos y vivirá para siempre. Realmente es ridículo.»
CHARLES BUKOWSKI